Dos verdaderas tribus están emergiendo en torno a los fenómenos tecnológicos del momento. Es que la preferencia por una u otra marca está ligada a la personalidad de los usuarios.
"Me gustaría salir con un hombre que tenga un iPhone y casarme con uno que tenga un BlackBerry". La frase es parte de un chiste y se supone que la dice una mujer que debe elegir en una fiesta entre varios hombres. Pero más allá de la broma, la frase muestra qué tan profundo han penetrado los teléfonos inteligentes en la cultura pop mundial y cómo, a partir de eso mismo, en torno a iPhone y a BlackBerry se han formado verdaderas tribus, con códigos particulares y estilos de vida que se asocian naturalmente a cada uno de esos teléfonos.
Y la afición de estas tribus ya está instalada. Para la llegada del iPhone 3G el año pasado -con un público que va de los 25 y los 55 años en Chile-, más de 65 mil personas reservaron el teléfono de Apple con los operadores Movistar y Claro. La semana pasada, aunque a menor escala, el fenómeno se volvió a repetir con el lanzamiento de la nueva versión, el iPohne 3GS: seis mil usuarios se habían inscrito en menos de 48 horas para obtener la nueva versión del equipo en Movistar. En Claro, en tanto, el nuevo iPhone está prácticamente agotado y "ya se está coordinando la importación de nuevas unidades", dice Vady Guerra, gerente de servicios de valor agregado de la compañía.
BlackBerry, por su parte, sobrepasó en enero de este año el simbólico número de 50 millones de unidades vendidas en el mundo, según cuenta a La Tercera el gerente comercial de RIM para la región, Antonio Mejía. La compañía ha tenido un ascenso tan explosivo que se ubica en el primer lugar de la lista Fortune 2009 de compañías con mayor crecimiento. ¿Cómo explicar esta verdadera locura generada por los smartphones que también se ha instalado en Chile?.
Para entender las diferencias que dividen a los usuarios de iPhone y BlackBerry hay que partir desde arriba, muy arriba. Todo comienza con los ejecutivos que dirigen las dos compañías tecnológicas más exitosas del momento. Por un lado están Jim Balsille y Mike Lazaridis, presidentes de Research in Motion (RIM), los fabricantes de BlackBerry: ambos visten de cuello y corbata, conducen autos elegantes y exudan formalidad. En la otra esquina está el californiano Steve Jobs, fundador de Apple, que se presenta ante el público vestido con jeans, zapatillas y un beatle negro. Sencillo, nada formal para un millonario de su nivel.
De aquí para abajo, diferencias similares marcan a los cerca de 100 millones de fanáticos de iPhones y BlackBerries alrededor del mundo, los que, sumando al resto de los usuarios de smartphones a nivel global, representan el 13% del mercado global de teléfonos celulares. Estamos hablando de dos tribus emergentes, vanguardistas y fuertemente marcadas por la tecnología en boga del siglo XXI.
Para todos ellos, el celular dejó de ser un equipo para hacer llamadas y se transformó en una herramienta capaz de proyectar sus personalidades, más formales o menos formales, pero siempre tecnológicas e hiperconectadas, amantes de internet, las redes sociales o el email. Es por estas características, además del estilo, que la mayoría muestra un gran nivel de dependencia con sus costosos dispositivos.
"The Jesus Phone"
"Si realmente conoces a alguien, puedes adivinar qué tipo de teléfono tiene", ha dicho el estadounidense David Weekly, fundador de PBWork, dando cuenta de la importancia que están teniendo los teléfonos portátiles entre los usuarios. Y en ese escenario, las grandes empresas ya han estudiado a los seguidores de los llamados smartphones: tienden a tener una situación económica más alta que el promedio y son más educados.
Y aunque tanto Apple como RIM son reacias a encasillar a sus usuarios en determinados perfiles y viven haciendo esfuerzos para invadir el terreno donde el otro es más fuerte, encuestas realizadas por las firmas especializadas Nielsen y Comsocore han conseguido describir las diferencias entre los partidarios de ambas marcas: el iPhone se asocia más con la experiencia multimedia, en tanto que BlackBerry, con aplicaciones de trabajo como el email.
En esos términos, el fanatismo que suscita el iPhone es fuerte. Tanto, que llegó a ser bautizado en EE.UU. como "The Jesus Phone", haciendo referencia al fervor casi religioso que despierta en los usuarios incondicionales del dispositivo. De hecho, cuando se lanzó el iPhone 3G el año pasado (la segunda generación del teléfono Apple), los usuarios hablaban de "la segunda venida". Para muchos, el iPhone es un producto de culto.
Los fans de Apple, en general, incluyen desde artistas y diseñadores web, hasta empresarios y jóvenes que recién se incorporan al mundo laboral. Suelen ser más informales, amantes del rock, fanáticos de los videojuegos y de las redes sociales. Se estima que el 40% de los usuarios de iPhone acceden con más frecuencia a la web desde sus teléfonos que desde un PC. Además, sus edades oscilan entre los 18 y los 34 años, según ComScore, y entre quienes lo tienen, un 64% descarga juegos, el 74% utiliza GPS en su celular, 38% ve videos y 71% lo utiliza como reproductor de música.
Según Movistar, en Chile, las principales ventas del iPhone 3G se registraron entre lo 25 y los 55 años, con una fuerte alza en el segmento entre los 25 y los 27, curva que comienza a decrecer conforme avanza la edad a partir de los 42 años. En el caso de la diferenciación por sexos, los hombres llevan amplia ventaja, constituyendo el 80% del total de los consumidores iPhone, por sobre las mujeres, quienes sólo llegan a un tímido 20%.
El adictivo "Crackberry"
Pero BlackBerry también tiene su propio séquito. Atrae principalmente a profesionales, abogados y ejecutivos ligados al ámbito financiero, con edades entre 25 y 54 años. En general, son usuarios más formales, que escuchan rock clásico y que responden un email de trabajo, aunque sea a las dos de la mañana. Siempre están con la BlackBerry en la mano, incluso cuando están de vacaciones. Hablamos de los usuarios llamados "multitasker", vale decir, aquellos capaces de hacer muchas tareas a la vez.
En esto hay que considerar que, así como el iPhone nace como una plataforma enfocada en servicios multimedia, BlackBerry nace como una robusta solución para enviar y recibir correo electrónico. Esto, gracias a su tecnología "Push" email, lo que significa que el teléfono recibe de manera automática el correo entrante y no tiene que conectarse a través de otras aplicaciones o páginas web como hacen otros teléfonos inteligentes. Y acá radica el secreto del éxito de BlackBerry. Esto llega a ser tan adictivo que los mismos usuarios lo han bautizado con el apodo de "crackberry" (en alusión a la droga crack).
De hecho, el comediante estadounidense Jerry Seinfield describió muy bien a estos fanáticos durante una entrevista en televisión que luego dio la vuelta al mundo con YouTube.
El presentador Conan O'Brian le preguntó si era verdad que no usaba BlackBerry: "No, yo no. encuentro que la gente BlackBerry tiene algo en sus ojos, sus pupilas no focalizan. Siempre lo tienen en su mano, porque eso es lo que BlackBerry les ordena que hagan. Escuchan lo que les dices y lo comparan con lo que está en el BlackBerry, que es mucho más interesante. ¿Por qué mejor no toman directamente una revista, la ponen delante de nuestra cara y la leen mientras hablamos?", dijo, arrancando carcajadas a los presentes. Muchos, por no decir millones, se sintieron identificados.
Fuente: latercera.com
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