Biz Stone es uno de los fundadores de Twitter, el servicio de minitextos que limita los mensajes a 140 caracteres, en 2006. El portal de redes sociales tiene un valor de 1.000 millones de dólares (663 millones de euros), pero todavía tiene que generar sólidos ingresos. Natural de Boston, Stone vive con su esposa en Marin County, California. Ha respondido a nuestras preguntas en 140 caracteres o menos.
Describa su empleo.
Un actor de reparto de Oscar por mi equipo y mi compañero cofundador.
¿Pensaba que acabaría donde está ahora?
Suponía que terminaría en un trabajo creativo, y así ha sido. Imaginaba que sería cineasta o pintor, no uno de los fundadores de Twitter.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
La gente y la euforia –es como montar en la montaña rusa–.
¿Qué es lo que menos le gusta de su trabajo?
Los inconvenientes de la montaña rusa. En ocasiones quieres vomitar.
¿Qué horario de trabajo tiene?
Siempre estoy dispuesto. Pero mi horario de oficina es entre las 7 y las 7 o las 8 y las 8.
¿Cuándo apaga su iPhone?
Nunca. Lo dejo encendido incluso mientras duermo, aunque no siempre respondo.
¿Qué música lleva en él?
Yo-Yo Ma, Ludovico Einaudi, Frank Sinatra, White Stripes y música pop.
¿Qué lee ahora?
Quiero leer The Boy Who Harnessed the Wind (el niño que atrapó el viento) de William Kamkwamba y Brian Mealer.
¿Cuál es su placer inconfesable?
Ver la TV. Me gusta todo, desde Gossip Girl a la ciencia ficción.
¿Cuál ha sido su peor trabajo?
Con 14 años trabajé como caddie. Me sentía como una mula, cargando pesados palos de golf por 12 dólares al día. Era agotador.
¿Cuál es la idea empresarial más inteligente que ha tenido?
Dar todos los datos posibles y mostrarme abierto. Esto ha ayudado a Twitter ha crecer muy rápidamente en los últimos dos años.
¿Cuál es su regla de oro?
Al igual que en las relaciones personales, ambas partes tienen que sacar algo de un acuerdo empresarial, o no durará.
¿Cuándo fue la última vez que perdió los nervios en el trabajo?
Nunca pierdo los nervios en el trabajo. Mi papel es ser positivo y mostrar entusiasmo. Pero no me describiría a mí mismo como un rayo de luz.
¿Alguna vez ha elogiado a un empleado sin pensar que lo merecía?
Nunca hago falsos elogios, pero mis críticas las abro con un cumplido. Hay que ser positivo y transmitir una sensación reconfortante.
¿Alguna vez ha mentido en el trabajo?
No, ni siquiera cuando era caddie. Mi madre me describió en una ocasión como un «libro abierto» –soy tal y como me muestro–.
¿Si no hubiera trabajado en el mundo de los negocios, a qué se habría dedicado?
A algo relacionado con las artes, como cineasta, escritor o pintor. En mi tiempo libre, pinto todos los días objetos como una silla o un bol.
¿Cuál es la expresión del mundo de los negocios que más odia?
Todas ellas. Distraen. Siempre me tomo literalmente «al final del día», cuando quiere decir de noche. Sin embargo, he usado «seguir progresando».
¿Qué importancia da al dinero?
Mucha. Aunque a juzgar por algunas de mis decisiones, podría pensarse lo contrario. Con frecuencia me he arriesgado y lanzado a la aventura por dinero.
¿Cuál es su posesión más preciada de su oficina?
Ninguna. Tengo una gran pila de basura que meto en una caja, que después pongo en otro sitio. Siempre viajo con poco equipaje.
¿Cómo quiere ser recordado?
Como un artista más que como un técnico o un empresario.
Describa su empleo.
Un actor de reparto de Oscar por mi equipo y mi compañero cofundador.
¿Pensaba que acabaría donde está ahora?
Suponía que terminaría en un trabajo creativo, y así ha sido. Imaginaba que sería cineasta o pintor, no uno de los fundadores de Twitter.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
La gente y la euforia –es como montar en la montaña rusa–.
¿Qué es lo que menos le gusta de su trabajo?
Los inconvenientes de la montaña rusa. En ocasiones quieres vomitar.
¿Qué horario de trabajo tiene?
Siempre estoy dispuesto. Pero mi horario de oficina es entre las 7 y las 7 o las 8 y las 8.
¿Cuándo apaga su iPhone?
Nunca. Lo dejo encendido incluso mientras duermo, aunque no siempre respondo.
¿Qué música lleva en él?
Yo-Yo Ma, Ludovico Einaudi, Frank Sinatra, White Stripes y música pop.
¿Qué lee ahora?
Quiero leer The Boy Who Harnessed the Wind (el niño que atrapó el viento) de William Kamkwamba y Brian Mealer.
¿Cuál es su placer inconfesable?
Ver la TV. Me gusta todo, desde Gossip Girl a la ciencia ficción.
¿Cuál ha sido su peor trabajo?
Con 14 años trabajé como caddie. Me sentía como una mula, cargando pesados palos de golf por 12 dólares al día. Era agotador.
¿Cuál es la idea empresarial más inteligente que ha tenido?
Dar todos los datos posibles y mostrarme abierto. Esto ha ayudado a Twitter ha crecer muy rápidamente en los últimos dos años.
¿Cuál es su regla de oro?
Al igual que en las relaciones personales, ambas partes tienen que sacar algo de un acuerdo empresarial, o no durará.
¿Cuándo fue la última vez que perdió los nervios en el trabajo?
Nunca pierdo los nervios en el trabajo. Mi papel es ser positivo y mostrar entusiasmo. Pero no me describiría a mí mismo como un rayo de luz.
¿Alguna vez ha elogiado a un empleado sin pensar que lo merecía?
Nunca hago falsos elogios, pero mis críticas las abro con un cumplido. Hay que ser positivo y transmitir una sensación reconfortante.
¿Alguna vez ha mentido en el trabajo?
No, ni siquiera cuando era caddie. Mi madre me describió en una ocasión como un «libro abierto» –soy tal y como me muestro–.
¿Si no hubiera trabajado en el mundo de los negocios, a qué se habría dedicado?
A algo relacionado con las artes, como cineasta, escritor o pintor. En mi tiempo libre, pinto todos los días objetos como una silla o un bol.
¿Cuál es la expresión del mundo de los negocios que más odia?
Todas ellas. Distraen. Siempre me tomo literalmente «al final del día», cuando quiere decir de noche. Sin embargo, he usado «seguir progresando».
¿Qué importancia da al dinero?
Mucha. Aunque a juzgar por algunas de mis decisiones, podría pensarse lo contrario. Con frecuencia me he arriesgado y lanzado a la aventura por dinero.
¿Cuál es su posesión más preciada de su oficina?
Ninguna. Tengo una gran pila de basura que meto en una caja, que después pongo en otro sitio. Siempre viajo con poco equipaje.
¿Cómo quiere ser recordado?
Como un artista más que como un técnico o un empresario.
Fuente: expansion
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