El vendedor pregunta: ¿quiere el original o el chino? Juan Carlos Cárdenas pide el segundo, lo coge en su mano y empieza a probar las funcionalidades.
“El sistema multitouch no es tan sensible”, dice. Juan Carlos tiene un iPhone 3G, de Apple, y entró a curiosear a la tienda qué es lo que llaman un “iPhone chino”, una réplica, no sólo muy parecida al clásico smartphone , sino que se consigue por una tercera parte que el original.
Como este modelo, en la ciudad abundan los dispositivos de doble Sim Card, con TV análoga, en algunos casos, que además tienen una fisonomía que calca a la perfección el modelo de un fabricante reconocido.
Hay desde réplicas de Blackberry hasta uno que despista con su look de un E71, de Nokia. De hecho, tiene la osadía de decir en la parte de atrás de su carcasa que es un “Nseries”.
Sin embargo, cuando se prende el sistema operativo “desilusiona”, dice Sebastián Pineda, ingeniero de Área Móvil, quien ha tenido la oportunidad de estudiar un dispositivo de este tipo.
Los iconos no sólo son burdos, sino que no funcionan de manera idéntica a como sí lo hace un sistema de Symbian, Windows Mobile u otro. Ni siquiera el manual de instrucciones sigue una lógica precisa.
Cuando prende se demora; es lento, agrega Sebastián. “Es difícil acostumbrarse a ellos”, remata. Concuerda con otras personas en afirmar que son muy populares porque cuentan con doble Sim card y terminan por ser utilizados sólo para voz.
Incluso, quienes lo compran por la funcionalidad de TV análoga también se desaniman por la falta de nitidez y cobertura: en algunas partes no coge la señal de la TV abierta.
Luis Eduardo Filomena quiere comprar uno. Dice estar cansado de cargar con dos teléfonos. Hace las preguntas claves: ¿tiene WiFi? ¿Y además de TV tiene MP3? ¿Reconoce cualquier video?
Y, ¿sí dura?, se podría agregar. Jorge Bernal, el vendedor, explica que, en general, han resultado finos. En su local sólo dan 3 meses de garantía. Refiere el caso de un señor que pulsó en la pantalla “duro” y la reventó. Dice que hay unos mejores que otros.
¿Qué hay detrás?
No obstante, el asunto que esconden detrás de una apariencia, casi idéntica, es la mala calidad.
Hans González, Gerente de Ingeniería de Motorola en Colombia explica que en China existen compañías que fabrican cualquier dispositivo electrónico bajo pedido “y le ponen la marca que el comprador quiera”.
Sin embargo, “muchos de estos equipos carecen de los controles de calidad que ofrecen los fabricantes de marcas formalmente constituidas”.
Se tasan a un valor bajo porque estas compañías no tienen inversiones en Investigación y Desarrollo, así como pago de licencias por uso de la tecnología, explica.
Agrega que los terminales de fabricantes reconocidos cuentan con procesos de aseguramiento de calidad como 6-sigma, “que garantiza no más de 3,4 fallas por millón de productos”.
Además, se someten a pruebas y certificaciones locales que garantizan su correcto funcionamiento en las redes colombianas.
Nokia, Apple y Blackberry, por su parte, prefirieron no referirse a este asunto. “Nosotros advertimos a los usuarios que sólo ofrecemos soporte por los teléfonos que vendemos directamente”, dice Jaime Tole, Vicepresidente de Producto de Tigo.
A pesar de que hay fiebre en la ciudad de teléfonos chinos que son como réplicas, “cuando uno conoce el original no se va por los clonados”, remata Juan Carlos. La experiencia de usuario y la calidad no se improvisan.
El Colombiano.com
“El sistema multitouch no es tan sensible”, dice. Juan Carlos tiene un iPhone 3G, de Apple, y entró a curiosear a la tienda qué es lo que llaman un “iPhone chino”, una réplica, no sólo muy parecida al clásico smartphone , sino que se consigue por una tercera parte que el original.
Como este modelo, en la ciudad abundan los dispositivos de doble Sim Card, con TV análoga, en algunos casos, que además tienen una fisonomía que calca a la perfección el modelo de un fabricante reconocido.
Hay desde réplicas de Blackberry hasta uno que despista con su look de un E71, de Nokia. De hecho, tiene la osadía de decir en la parte de atrás de su carcasa que es un “Nseries”.
Sin embargo, cuando se prende el sistema operativo “desilusiona”, dice Sebastián Pineda, ingeniero de Área Móvil, quien ha tenido la oportunidad de estudiar un dispositivo de este tipo.
Los iconos no sólo son burdos, sino que no funcionan de manera idéntica a como sí lo hace un sistema de Symbian, Windows Mobile u otro. Ni siquiera el manual de instrucciones sigue una lógica precisa.
Cuando prende se demora; es lento, agrega Sebastián. “Es difícil acostumbrarse a ellos”, remata. Concuerda con otras personas en afirmar que son muy populares porque cuentan con doble Sim card y terminan por ser utilizados sólo para voz.
Incluso, quienes lo compran por la funcionalidad de TV análoga también se desaniman por la falta de nitidez y cobertura: en algunas partes no coge la señal de la TV abierta.
Luis Eduardo Filomena quiere comprar uno. Dice estar cansado de cargar con dos teléfonos. Hace las preguntas claves: ¿tiene WiFi? ¿Y además de TV tiene MP3? ¿Reconoce cualquier video?
Y, ¿sí dura?, se podría agregar. Jorge Bernal, el vendedor, explica que, en general, han resultado finos. En su local sólo dan 3 meses de garantía. Refiere el caso de un señor que pulsó en la pantalla “duro” y la reventó. Dice que hay unos mejores que otros.
¿Qué hay detrás?
No obstante, el asunto que esconden detrás de una apariencia, casi idéntica, es la mala calidad.
Hans González, Gerente de Ingeniería de Motorola en Colombia explica que en China existen compañías que fabrican cualquier dispositivo electrónico bajo pedido “y le ponen la marca que el comprador quiera”.
Sin embargo, “muchos de estos equipos carecen de los controles de calidad que ofrecen los fabricantes de marcas formalmente constituidas”.
Se tasan a un valor bajo porque estas compañías no tienen inversiones en Investigación y Desarrollo, así como pago de licencias por uso de la tecnología, explica.
Agrega que los terminales de fabricantes reconocidos cuentan con procesos de aseguramiento de calidad como 6-sigma, “que garantiza no más de 3,4 fallas por millón de productos”.
Además, se someten a pruebas y certificaciones locales que garantizan su correcto funcionamiento en las redes colombianas.
Nokia, Apple y Blackberry, por su parte, prefirieron no referirse a este asunto. “Nosotros advertimos a los usuarios que sólo ofrecemos soporte por los teléfonos que vendemos directamente”, dice Jaime Tole, Vicepresidente de Producto de Tigo.
A pesar de que hay fiebre en la ciudad de teléfonos chinos que son como réplicas, “cuando uno conoce el original no se va por los clonados”, remata Juan Carlos. La experiencia de usuario y la calidad no se improvisan.
El Colombiano.com
Fuente: noticiasaldia.com
0 comentarios:
Publicar un comentario