
Ross, de 37 años, tuiteó: "Por favor, oren, como nunca antes, mi hijo de dos años de edad cayó en la piscina".
Cinco horas después del suceso, el pequeño fue declarado muerto y nuevamente Ross accedió al sitio de microblogging para colocar: "Recordando a mi bebé ".
Mientras que unos critican a Ross por su decisión de contar estos hechos en Twitter y descuidar la atención de su pequeño, otros la defienden por acudir a este servicio y buscar apoyo entre los «tuiteros» en unos momentos tan difíciles.
Más allá del incidente en sí mismo, la tormenta de fuego que ha estallado en Twitter ha sido realmente increíble y se han generado muchas entradas o «tweets» preguntando al resto de miembros qué clase de madre puede actuar así en un momento tan dramático. El debate incluso ha transpasado la comunidad «tuitera» y ha llegado no sólo a otros rincones de la Red, sino también a varios medios locales y nacionales.
Fuente: abc.es/
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