En esta oportunidad, el nuevo reto no pasa por ser el más veloz sino por demostrar las capacidades de ingeniería con dos productos tan simples y hogareños como un tacho de ladrillos Lego (también de la gama NXT) y un Nokia N95. Como dato relevante, en este caso, el cubo elegido fue la versión 4×4x4.
Además de la satisfacción inicial por disfrutar de estos avances, de a poco se me está yendo la paranoia de lo que podrían hacer una legión de lego-robots enfurecidos con todos nosotros, ya que, a pesar de la inteligencia que puedan adquirir, dudo que logren ser más resistentes que la vieja escoba de mi madre.
Fuente: FayerWayer
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