Anatel, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil, ha decidido que todos los teléfonos móviles que se vendan dentro del país deberán ser libres. Es decir, que se podrán usar con cualquier operador desde el momento en que el cliente lo adquiera. Además, los operadores no podrán imponer multas o sanciones a sus clientes por el desbloqueo de los aparatos.
Esto afecta de forma importante a Movistar, que opera en el país carioca, y que además de ofrecer a partir de ahora todos sus terminales desbloqueados, tendrá que pagar una multa de 25 millones de reales (alrededor de 10 millones de euros) por quejas realizadas por los usuarios por este motivo.
Sin duda, una medida muy provechosa para el usuario que debería extenderse al resto del mundo. En España, concretamente, hay operadores que cobran hasta 6 euros por facilitar el desbloqueo del terminal, como Vodafone.
