Obama define el acceso a Internet como un derecho

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha propuesto al Congreso tratar el acceso a Internet de banda ancha como un derecho de los ciudadanos. Para ello, a través de la Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), presentó ayer un plan nacional de acceso a la Red con el objetivo de que los 300 millones de habitantes dispongan de un acceso digno a una banda ancha de, como mínimo, 100 megabites por segundo (Mbps) frente a los 4 Mbps de media que hay en EE UU en este momento.

"La banda ancha es el gran desafío del siglo XXI en materia de infraestructura", asegura el plan. En este momento, unos 100 millones de ciudadanos estadounidenses no disponen de acceso a Internet de banda ancha. La FCC espera ofrecerles ese acceso a un precio que ayer tildó en un comunicado de "aceptable" antes de 10 años. Para ello destinará 8.000 millones de dólares (5.800 millones de euros) de un fondo federal que hasta la fecha se utilizaba para facilitar el acceso al teléfono en remotas áreas rurales.

El plan, de 376 páginas, es una propuesta para rediseñar el panorama tecnológico y mediático de EE UU. El Gobierno quiere liberar, antes de 2020, 500 megahercios (MHz) de frecuencias disponibles para ponerlas al alcance de las compañías de Internet, que podrían mejorar la prestación de este servicio de forma inalámbrica, en redes 3G o 4G. Para ello necesita que sus propietarios liberen ese espacio. A corto plazo, le ha pedido a las cadenas de televisión, que obtuvieron esa radiofrecuencia gratuitamente (y de la que no usan una buena parte), que vendan unos 120 MHz en cinco años.

Ese espacio es, además, caro, y su venta puede ser una fuente de financiación para la televisión. La FCC estima que las frecuencias que no se usan pueden valer unos 50.000 millones de dólares (36.000 millones de euros). Según estimaciones del director de la agencia, Julius Genachowski, las mayores operadoras de televisión del país usan sólo un 50% de las frecuencias que disponen.

El lunes, la Asociación Nacional de Emisores de Televisión respondió. "Nos preocupan algunas informaciones sobre el hecho de que muchos aspectos del plan no serán tan voluntarios como se nos prometió inicialmente", dijo Dennis Wharton, vicepresidente de la asociación. Algunas compañías telefónicas que recibían subsidios federales en zonas rurales también han pedido al Congreso que no apruebe el plan tal y como se lo ha entregado Obama.

El Gobierno quiere, además, crear una red de emergencia inalámbrica que dé cobertura a todo el país. Según el plan enviado al Congreso, "esa red debería ser lo suficientemente robusta como para mantenerse en funcionamiento tras un desastre"

Fuente: elpais.com

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