Una ola de existencialismo pasa por la Red, porque ya son dos las páginas que se preguntan qué iba a pasar con su identidad online, sus cuentas y sus perfiles si mañana les atropella un tren.
Dos artículos distintos han aparecido casi al mismo tiempo sobre este tema. El primero, de Gizmodo, se centra en Facebook.
Resulta que la red ya tiene un protocolo -y un formulario- para geationar las muertes de sus miembros, que restringe parte del perfil -si estaba abierto- sólo a los amigos pero lo mantiene en línea a modo de recuerdo, o lo cierra, como prefieran los parientes o amigos.
Eso sí, si el pariente cercano en cuestión quiere ver el perfil y no era amigo del fallecido, tendrá que poner una demanda para conseguirlo.
El segundo artículo, de Ars Technica, compara lo que sucede en otros servicios.
MySpace requiere que un pariente -no valen los amigos- envíe, además de una prueba documental del fallecimiento, el UserID del usuario -y no su nombre de usuario- y aunque no te dejan tocar la cuenta, si lo pides quitan algo concreto.
Google deja las cosas como están hasta que un representante legal solicite lo contrario, y siga su protocolo para acceder a su cuenta en Gmail, Blogger o Picassa, todo centralizado.
Por último, los autores no lograron contactar con Twitter, pero señalan referencias a otros casos en los que cuando la empresa es informada de la muerte de un usuario, borra todos sus mensajes.
Lo que no queda claro es quién se va a ocupar de la GRANJA o de LAS PECERAS de Facebook.
Fuente: baquia