Los soldados del siglo XXI (al menos una parte de ellos) no saldrán de las academias militares, sino de las facultades de informática. No se distinguirán por su puntería o sus cualidades de supervivencia, sino por dominar las técnicas para infiltrarse en los sistemas informáticos del enemigo, o evitar sus ataques.
Y es que la ciberguerra no es ningún argumento de película de ciencia ficción, sino una realidad a la que cada vez más estados dedican recursos. Porque al enemigo se le puede combatir de muchas formas, y en las sociedades tecnificadas de hoy en día una de las más contundentes puede ser un ataque contra sus sistemas informáticos.
En EEUU, tanto empresas privadas como el gobierno reclutan cada vez más especialistas en ciberseguridad. Un ejemplo: la semana pasada, se celebró en California un seminario patrocinado por empresas como Boeing, Cisco o Intel, destinado a descubrir los mejores talentos en ciberseguridad entre jóvenes estudiantes informáticos.
Según explica en Business Week Alan Greenberg, director de tecnología de Boeing, en los próximos tres años se calcula que, entre el sector público y el privado, en los Estados Unidos será necesario reclutar hasta 60.000 expertos en seguridad informática.
La colaboración entre ambos sectores es fundamental para garantizar la seguridad informática nacional, ya que el 85% de las infraestructuras críticas del país (suministro eléctrico, redes de telecomunicaciones, sistemas bancarios, etc.) están en manos de compañías privadas.
El problema es que el gobierno tiene dificultades para encontrar el suficiente número de profesionales cualificados que cubran las plazas necesarias. Las autoridades federales sólo están satisfechas con el 40% de las solicitudes recibidas, según un informe de Booz Allen Hamilton.
Por eso, el gobierno colabora con empresas y universidades en todo el país para localizar a los jóvenes más talentosos. Después de una serie de competiciones locales como la antes mencionada, el próximo día 16 se celebrará en San Antonio la final nacional, con patrocinio de Microsoft, McAfee y Accenture.
Por su parte, el gobierno organiza paralelamente el ”U.S. Cyber Challenge”, con el objetivo de reclutar a 10.000 jóvenes expertos en seguridad informática, una nueva categoría de funcionarios con un gran futuro por delante: cobrarán un mínimo de 100.000 dólares al año (75.000 euros), y trabajo no les faltará.
Fuente: baquia
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