Por lo general, las operadoras financian parte (o todo) del coste de un teléfono móvil a cambio de contratos más largos o más caros. Esto es especialmente frecuente en el caso de los modelos nuevos o más caros, de forma que uno se cambie de compañía, de número y firma un contrato de dos años con la tarifa de datos más cara para poder hacerse con su dispositivo codiciado.
Sin embargo, estos teléfonos que compramos con tanta devoción luego no funcionan con las tarjetas de otra compañía. Al fin y al cabo, no nos financian el grueso de la factura para que luego nos vayamos con otro a las primeras de cambio.
Ahora, el ministro japonés de Comunicaciones ha puesto en duda la necesidad de bloquear los teléfonos, planteando la posibilidad de obligar a que todos los aparatos se vendan siempre libres. Las operadoras japonesas han dicho que bueno, que ya veremos, y que mejor lo estudiamos con calma.
Esto no es importante sólo porque si sale adelante pueda sentar precedente y hacer que otros gobiernos adopten la medida, sino también porque los modelos japoneses suelen ser muy avanzados respecto al mercado estadounidense o europeo, pero ahora quien compra un teléfono con una operadora nipona no podrá utilizarlo en el extranjero.
Sin embargo, estos teléfonos que compramos con tanta devoción luego no funcionan con las tarjetas de otra compañía. Al fin y al cabo, no nos financian el grueso de la factura para que luego nos vayamos con otro a las primeras de cambio.
Ahora, el ministro japonés de Comunicaciones ha puesto en duda la necesidad de bloquear los teléfonos, planteando la posibilidad de obligar a que todos los aparatos se vendan siempre libres. Las operadoras japonesas han dicho que bueno, que ya veremos, y que mejor lo estudiamos con calma.
Esto no es importante sólo porque si sale adelante pueda sentar precedente y hacer que otros gobiernos adopten la medida, sino también porque los modelos japoneses suelen ser muy avanzados respecto al mercado estadounidense o europeo, pero ahora quien compra un teléfono con una operadora nipona no podrá utilizarlo en el extranjero.
Si las empresas japonesas se vieran obligadas a vender sus teléfonos sin bloqueo, los usuarios podrían cambiar de compañía con más facilidad, los modelos japoneses a la última llegarían antes al extranjero y las empresas perderían el reclamo de ofrecer en exclusiva modelos estrella como el iPhone.