Una encuesta encargada por Verisign y realizada por Zogby en Estados Unidos revela que una de cada diez personas menores de 50 años querría tener el cerebro conectado a Internet.
Algo que tiene más interesados es poder descargarse archivos de la memoria (claro que esto no se plantea sólo en la ficción tecnológica), algo por lo que firmaba un tercio del total encuestados, y la mitad de la gente entre 18 y 29 años, que son, curiosamente, los que menos tienen para recordar.
Si se trata de elegir entre el ciberespacio y la gente de carne y hueso, resulta que el 37 por ciento de los más de 3.000 encuestados prefiere navegar por Internet que pasar el tiempo con sus compañeros de trabajo y -para sorpresa de nadie- el 49 por ciento prefiere la Red a sus suegros.
Pero Internet puede traicionar ese escaso aprecio por la gente real, como pueden confirmar uno de cada cuatro encuestados, que admitió que las redes sociales habían descubierto una infidelidad propia o de alguien que conocían.
Fuente: baquia
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