La FIFA no ha querido introducir el video para arbitrar los partidos, pese a los graves errores que se cometen.
La controversia le explotó en la cara a la FIFA y justo con el mismísimo Sepp Blatter en el estadio.
La autoridad del fútbol mundial decidió en Marzo no introducir la tecnología para el actual torneo de Sudáfrica, sino que lo pospuso para la cita en Brasil.
Todos los Mundiales tienen un fallo arbitral, pero en un día han ocurrido dos errores que millones de personas han podido juzgar inmediatamente, tanto por el televisor como por los mismos árbritros dentro del estadio.
La FIFA se ha negado reiteradamente a introducir el video para revisar las decisiones arbitrales durante los partidos, pero la decisión de posponer la tecnología en la raya de gol fue considerada bastante polémica.
El primer hecho ocurrió en el encuentro entre Inglaterra y Alemania, en el que la terna arbitral dirigida por el uruguayo Jorge Larrionda no validó lo que pareció un gol legítimo a favor de los ingleses.
El segundo sucedió en el primer tiempo del Argentina-México, cuando se validó un gol de Carlos Tévez que debió ser anulado por fuera de juego. El problema estuvo en que las pantallas del estadio mostraron las imágenes y alertaron a los jugadores -y a los árbritros- de la irregular acción, pero las reglas son las reglas y el arbitro no pudo modificar su decisión, consciente de la injusticia.
Ambos desataron un debate, especialmente en las redes sociales.
Estallido (en la red) social
El gol, presenciado por Blatter en las gradas, pareció por instantes una treta del destino a Inglaterra, ya que le anulaban un tanto extremadamente similar al que le validaron controversialmente contra la misma Alemania en la final del mundial de 1966.
La repetición mostró la ilegalidad del gol, pero no hubo otra que validarlos.
Pero Alemania nunca pareció perder control del partido y en retrospectiva aún de haberse aprobado el gol quizás igual hubiese ganado, debido al pobre desempeño inglés. En fin, algo que nunca sabremos.
Sin embargo, ya para ese momento una red social como Twitter vibraba con comentarios de incredulidad por no haberse introducido el uso de la tecnología en el fútbol
La clave #disallowed goal (gol anulado) era una de las más populares en Twitter después de la polémica decisión arbitral.
"Examen gratis para la vista para cualquiera con pasaporte uruguayo por el gol anulado", escribió un inglés en esta red social.
"Inglaterra jugó como una basura, pero la decisión arbitral fue ridícula", dijo otra inglesa.
"¡La FIFA es una vergüenza! ¡Tienen que introducir la repetición!", exclamó otro participante.
Tras el partido entre Argentina y México, la clave #arbitro vendido era la más popular.
"1-0 es el marcador real y así debería estar ¡Arbitro vendido!", se lee en una de las entradas bajo esta clave.
"Perder sabiendo que merecía una derrota es feo...Pero perder sabiendo que fue por trampa es peor", escribe otro.
Sepp Blater, presidente de la FIFA, ahora tiene una cuenta en Twitter para informar de sus movimientos.
Probablemente varios de sus más de 30,000 seguidores de la red le habrán escrito preguntándole sobre la tecnología en la raya del gol.
Aunque Blatter ya dio su opinión al respecto: "A los hinchas les encanta debatir cualquier incidente en un partido. Es parte de la naturaleza humana de nuestro deporte", aseveró en marzo pasado.
Errare Humanum est
Irónicamente el uruguayo es el árbitro con más experiencia en este Mundial, el último en que arbitrará por haber llegado al límite de edad permitido.
Hace algunos días, BBC Mundo conversó con Larrionda sobre cómo manejaba los errores cometidos en un partido.
"Lo importante es que no te puedes quedar mirando hacia atrás sino que tienes que prepararte para hacerlo lo mejor posible para el siguiente encuentro", apuntó.
Tras el Inglaterra-Alemania no se pudo conocer su opinión, pero de mantenerse fiel a sus palabras todo será borrón y cuenta nueva para este árbitro que no es precisamente popular en estos momentos en Inglaterra.
Pero quizás lo pobre que fue el conjunto inglés en todo el torneo desvíe un poco la ira de los aficionados hacia los verdaderos responsables de la derrota: los jugadores y el técnico Fabio Capello.
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