Los problemas de cobertura del iPhone 4 ya les han costado a la operadora y al fabricante su primera demanda colectiva en EEUU, algo no tan sorprendente en un país tan aficionado a los tribunales.
Cada nuevo lanzamiento de Apple provoca largas colas de usuarios enamorados con el gadget de turno nada más ver su foto. Sin embargo, a veces el romance tiene sus altibajos. Por ejemplo, si compruebas que el nuevo iPhone 4 pierde cobertura al tocar una parte concreta de la carcasa, algo especialmente frecuente para los zurdos que sostienen el aparato con la mano izquierda.
El problema se evita poniéndole una funda, algo de cinta adhesiva o, como indicó el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, cogiéndolo de otra forma. En respuesta a tan clarividente solucion, apareció en Facebook un movimiento pidiendo fundas gratis que, para sorpresa de nadie, no ha tenido éxito por el momento.
Pero estas ¿soluciones? no han convencido a un grupo de usuarios enfadados, que han presentado la primera demanda colectiva (es decir, agrupando a muchos demandantes) contra Apple
Estos molestos consumidores acusan a la compañía de un buen montón de cosas, referidas tanto a la fabricación y el diseño del dispositivo como a la garantía del producto, así como a su estrategia de ocultar o restar importancia al fallo. AT&T, operadora en exclusiva del dispositivo para EEUU, aparece como acusada en un puñado de los cargos.
La demanda, presentada en Maryland, es tan sólo la primera de su clase, porque al parecer hay otra en ciernes en California, y si el analista de turno decide que tienen perspectivas de buenas indemnizaciones, el número de demandas crecerá como la espuma.
La indignación de los usuarios (y la oportunidad de negocio de los abogados) viene tanto del problema con la cobertura como de la gestión que ha hecho Apple del asunto: desde el correo de Jobs indicando a un cliente que cogiera el teléfono de otra forma hasta los manuales para el personal de servicio técnico, que describe los problemas de cobertura como "una realidad de la vida", no puede decirse que sean ejemplares respuestas de urbanidad corporativa.
De momento, lo único que se rumorea en cuanto a soluciones es una actualización de software. Esperemos que el código no incluya ninguna nota sardónica.
El problema se evita poniéndole una funda, algo de cinta adhesiva o, como indicó el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, cogiéndolo de otra forma. En respuesta a tan clarividente solucion, apareció en Facebook un movimiento pidiendo fundas gratis que, para sorpresa de nadie, no ha tenido éxito por el momento.
Pero estas ¿soluciones? no han convencido a un grupo de usuarios enfadados, que han presentado la primera demanda colectiva (es decir, agrupando a muchos demandantes) contra Apple
Estos molestos consumidores acusan a la compañía de un buen montón de cosas, referidas tanto a la fabricación y el diseño del dispositivo como a la garantía del producto, así como a su estrategia de ocultar o restar importancia al fallo. AT&T, operadora en exclusiva del dispositivo para EEUU, aparece como acusada en un puñado de los cargos.
La demanda, presentada en Maryland, es tan sólo la primera de su clase, porque al parecer hay otra en ciernes en California, y si el analista de turno decide que tienen perspectivas de buenas indemnizaciones, el número de demandas crecerá como la espuma.
La indignación de los usuarios (y la oportunidad de negocio de los abogados) viene tanto del problema con la cobertura como de la gestión que ha hecho Apple del asunto: desde el correo de Jobs indicando a un cliente que cogiera el teléfono de otra forma hasta los manuales para el personal de servicio técnico, que describe los problemas de cobertura como "una realidad de la vida", no puede decirse que sean ejemplares respuestas de urbanidad corporativa.
De momento, lo único que se rumorea en cuanto a soluciones es una actualización de software. Esperemos que el código no incluya ninguna nota sardónica.
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