Se ve que estar en el Ejército, con tiempo libre y una cámara, es lo suficientemente aburrido como para prepararse una coreografía con mucha dedicación, grabarla y convertirse en el éxito viral del mes.
Una de las maravillas de la Red es que uno nunca sabe qué se va a convertir en el próximo éxito viral. A veces hay una multinacional detrás, es cierto, orientada por una gran agencia de publicidad que se las arregla, por ejemplo, para ponerle un bluetooth a un ciervo.
Pero otras veces lo único que hace falta es un montón de gente aburrida. En abril, unos soldados estadounidenses destinados en Afganistán dieron la campanada con su versión de Telehpone, de Lady Gaga. El vídeo arranca con dos soldados escenificando la canción, y después de un minuto y medio se convierte en un festival de lo estrambótico con ocho soldados ataviados con su mejor versión de disfraz de Lady Gaga, incluyendo cinta adhesiva pegada y por supuesto, sombreros.
A estas alturas, el vídeo lleva más de cinco millones de visitas para, suponemos, orgullo o bochorno de sus protagonistas. No en vano, Lady Gaga arrasa en Internet. Pero la cosa no ha quedado ahí, y parece que los bailarines de la 82 Aerotransportada han creado escuela.
Los siguientes en seguir su ejemplo han sido un grupo de seis soldados israelíes que parecen ir patrullando Hebrón, arma en mano, cuando de pronto (minuto 1) rompen a bailar Tik Tok, de Ke$ha, con una coordinación sorprendente y toda la gracilidad que puede ofrecer alguien con más equipo encima que un astronauta en pleno paseo espacial. Aun así, en dos días llevan millón y medio de visitas.
Sin embargo, a estos la broma les ha salido peor. Para empezar, porque al principio se temió que les abrieran un proceso disciplinario, aunque acabaron perdonándoles la broma. Y además, porque no es lo mismo grabarse haciendo el tonto en un garaje en tus ratos libres que en servicio y en una ciudad inmersa en uno de los conflictos armados más complicados del mundo, por decirlo suavemente.
Pero otras veces lo único que hace falta es un montón de gente aburrida. En abril, unos soldados estadounidenses destinados en Afganistán dieron la campanada con su versión de Telehpone, de Lady Gaga. El vídeo arranca con dos soldados escenificando la canción, y después de un minuto y medio se convierte en un festival de lo estrambótico con ocho soldados ataviados con su mejor versión de disfraz de Lady Gaga, incluyendo cinta adhesiva pegada y por supuesto, sombreros.
A estas alturas, el vídeo lleva más de cinco millones de visitas para, suponemos, orgullo o bochorno de sus protagonistas. No en vano, Lady Gaga arrasa en Internet. Pero la cosa no ha quedado ahí, y parece que los bailarines de la 82 Aerotransportada han creado escuela.
Los siguientes en seguir su ejemplo han sido un grupo de seis soldados israelíes que parecen ir patrullando Hebrón, arma en mano, cuando de pronto (minuto 1) rompen a bailar Tik Tok, de Ke$ha, con una coordinación sorprendente y toda la gracilidad que puede ofrecer alguien con más equipo encima que un astronauta en pleno paseo espacial. Aun así, en dos días llevan millón y medio de visitas.
Sin embargo, a estos la broma les ha salido peor. Para empezar, porque al principio se temió que les abrieran un proceso disciplinario, aunque acabaron perdonándoles la broma. Y además, porque no es lo mismo grabarse haciendo el tonto en un garaje en tus ratos libres que en servicio y en una ciudad inmersa en uno de los conflictos armados más complicados del mundo, por decirlo suavemente.
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