Acababa de derramar un poco de café sobre su pantalón, y ya le había enviado un mensaje a su amiga desde su Blackberry.
Genevieve Bell podrá viajar por todo el mundo gracias a su trabajo como directora de investigación en interactividad y experiencia en Intel, pero no se separa un segundo de su mejor amiga aunque ella esté de visita en Costa Rica y Caroline (la amiga) esté en el país donde crecieron: Australia.
“La tecnología trata de tener cerca a la gente que queremos”, comentó la antropóloga.
Seguidamente, un extracto de la conversación que sostuvo con La Nación.
¿Cuánto nos ha cambiado la tecnología?
“Una de las cosas que realmente cambiaron es que, cuando apareció la televisión, se modificó nuestra relación con el espacio y tiempo. Empezamos a organizar nuestras salas alrededor de la pantalla y nuestro tiempo en el día a partir de la programación.
”Ahora, la más reciente generación de aparatos tecnológicos volvió a cambiar esa relación: se percibe que las cosas suceden más rápido y esperamos una respuesta ‘justo ahora’.
”La noción de distancia también cambió. Hablamos con amigos y familiares sin importar en qué parte del mundo están.
”En este sentido, Australia no está tan lejos de Costa Rica. Paso todo el día hablando con mi mejor amiga por el Blackberry. Ella sabe qué comí o qué zapatos llevo.
”Esas pequeñeces son las que nos conectan como personas. Es esa sensación de ‘ser’ en la vida de otro y eso se potencia con la tecnología. Creo que es lo que nos produce sensación de cercanía”.
Es más, muchos adultos mayores están usando Internet, Facebook o Skype para hablar con sus nietos...
El grupo de mayor crecimiento en Facebook, en el uso de Internet y comprando en línea, está constituido por personas mayores, de 50 y 60 años.
”En Australia conocí a un hombre de 96 años que pasa conectado todo el día. Hace sus transacciones bancarias por Internet, habla por Skype con sus nietos, juega Scrabble y compra cosas.
”También conocí a una mujer de 80 años, en Francia, que convirtió todos sus discos de vinilo a archivos de MP3 y escaneó todas sus fotos porque quiere regalarles álbumes interactivos a sus nietos.
”Lo interesante aquí es que una tecnología pensada para jóvenes, se volvió importante a la hora de comunicarnos y relacionarnos”.
También hay un diálogo entre pasado y futuro.
“Absolutamente. El futuro no es una hoja en blanco, no está vacío; nos traemos todo con nosotros y, esto es porque hay historias relacionadas con esas cosas.
”Por mucho tiempo, la industria viene hablando de la convergencia, tener todo en uno, y creo que eso es perder el sentido del asunto. Una mejor pregunta sería qué aparatos y qué prácticas son las que seguimos queriendo.
”Creo que el televisor es uno de esos aparatos que han cambiado mucho, pero sigue teniendo eso que nos remite a la relajación, a un sofá y a una pantalla gigante”.
Bueno, también ocurre así porque existe toda una interacción alrededor de la tecnología.
Cierto. La televisión es social y familiar: podés compartirla, y esto es lo verdaderamente importante.
”No interesa cuán maravilloso sean Facebook o mi Blackberry; a veces quisiera coincidir con Caroline en algún lugar y tomarnos una copa mientras hablamos, en vez de estar distanciadas por 17 horas.
”Por mucho que la gente ame las ventajas que le da el mundo virtual, el mundo físico sigue siendo relevante en su vida”.
Incluso, es curioso cómo la tecnología también nos sirve para etiquetarnos y así definir nuestra identidad.
Hace 20 años nos definíamos por la marca del carro o la ropa. La mayoría de las sociedades, particularmente las occidentales, tienden a estar orientadas por cómo la gente percibe a las otras personas.
”¿Usás Blackberry, iPhone o Android? Todas esas cosas simplemente se reemplazarán con la siguiente generación de gadgets.
”En Australia, como parte de mi investigación, departí con un grupo de adolescentes, y ellos me decían que la popularidad se mide por la cantidad de seguidores que se tiene en Twitter. Si tenés unos 300, es porque sos cool, pero si nadie te sigue, también sos cool porque significa que eso no te importa”.
Entonces, ¿la tecnología trata de la gente?
Básicamente, y funciona muy bien porque se enfoca en eso.
“La televisión es el artefacto tecnológico más exitoso de los últimos 100 años. ¿Nos hace más eficientes? No. ¿Nos ahorra tiempo? No. ¿Nos ahorra trabajo? No. ¿Nos ahorra dinero? No. ¿Está presente en casi todos los hogares del mundo? Sí.
”Para mí, la mejor tecnología no es la que nos hace más eficientes, sino la que nos hace felices.
”Se trata de conectarnos con aquello que nos mueve. Se trata de ese botón que nos permite alcanzar a ese alguien que queremos y nos importa”.
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