Los teléfonos móviles ya están en el bolsillo de casi todo el mundo y son omnipresentes, tanto así que cada vez que vamos al cine o entramos a una clase o reunión, se nos recuerda que hay que ponerlo en silencio. Sin embargo, nunca falta quien pasó la recomendación por alto y su ringtone interrumpe un momento complicado.
Por un lado, están las empresas de software, hardware e internet tratando de convencernos de que nuestro equipo móvil es nuestro mejor amigo: nos entrega recomendaciones, nos dice dónde estamos cuando nos perdemos, cómo llegar a donde vamos, sabe cómo contactar a todos mis amigos y hasta me puede decir dónde están, entre muchísimas otras funcionalidades más. Con todas esas ventajas, lo mejor sería no despegarse nunca del teléfono.
Por el otro lado, con el celular en el bolsillo uno nunca se “despega” de cosas como el trabajo, por ejemplo, y a veces hasta se pierde el contacto con lo que uno tiene al lado por estar absorto en la pequeña pantallita – ¿a quién no le ha pasado que está en una junta de amigos, y de pronto ves personas que en lugar de estar conversando, están “twitteando” o compartiendo algo en Facebook con su teléfono móvil, sin decir palabra?
Sin duda, hay muchas situaciones en que las que se pasan por alto reglas de sentido común (mandar mensajes mientras manejas, chatear por el teléfono mientras estás con tu novio/a, etc). Por eso queremos preguntar sobre sus propias experiencias: ¿cuándo es mejor no tener un celular? ¿Qué momento embarazoso te ha tocado vivir por culpa de tu teléfono móvil?
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