Eric Darr, decano de la Facultad, ha asegurado: «Los estudiantes se han dado cuenta de que los medios sociales, especialmente Facebook y la mensajería instantánea, si no se usan de manera apropiada, pueden adueñarse de sus vidas».
En concreto, Darr ha ejemplificado esa dependencia en la persona de un alumno que sentía la necesidad de entrar en Facebook 21 horas al día y bloqueaba la entrada de nuevas publicaciones entre las 2 y las 5 de la mañana para dormir un poco. «A mí me suena a adicción», ha manifestado Darr. «La mayoría de los estudiantes se comportaron como los fumadores que se escapan después de clase para fumar». «Querían escabullirse para mirar cosas en sus smartphones».
Menores niveles de estrés
Algunos participantes del experimento descubrieron, sin embargo, que se sentían menos estresados al no contar con la posibilidad de leer constantemente los estados de sus amigos en Facebook y ver qué disponían de más tiempo para hacer otras cosas.
El proyecto permitió a todos los miembros de la universidad reflexionar sobre la manera en la que los estos espacios afectaban a sus vidas. «Sólo deteniéndonos y prestando atención podemos entenderlo», dijo Darr. Harrisburg es la primera universidad que dirige un experimento como éste, que probablemente no sería posible realizar en instituciones académicas más grandes y con una infraestructura más compleja, según Darr.
El proyecto ha causado las protestas de algunas personas que enviaron correos electrónicos argumentando que se estaba infringiendo su libertad de expresión. Al parecer, se sentían analizados.
0 comentarios:
Publicar un comentario