Jesús Alberto Oliveros, de 29 años, murió tras agonizar durante dos meses en el Hospital Clínico Universitario.
Él, el pasado 11 de julio fue interceptado a las 3:15 de la tarde en la avenida Victoria por dos sujetos que pretendieron robarle su celular Blackberry.
Jesús Alberto corrió y uno de los maleantes le disparó. La bala lo alcanzó. Entró por la espalda y comprometió varios órganos vitales.
Desde entonces permanecía en el Hospital Clínico Universitario. Su hermano, quien no quiso identificarse por ser un efectivo policial, dijo que la inseguridad está muy fuerte, pero que se hace un esfuerzo para combatirla.
"No todo es culpa del gobierno", aseguró mientras esperaba, en la morgue de Bello Monte, a que le entregaran el cuerpo de su hermano, el que fue asesinado por no dejarse robar su teléfono.
Él, el pasado 11 de julio fue interceptado a las 3:15 de la tarde en la avenida Victoria por dos sujetos que pretendieron robarle su celular Blackberry.
Jesús Alberto corrió y uno de los maleantes le disparó. La bala lo alcanzó. Entró por la espalda y comprometió varios órganos vitales.
Desde entonces permanecía en el Hospital Clínico Universitario. Su hermano, quien no quiso identificarse por ser un efectivo policial, dijo que la inseguridad está muy fuerte, pero que se hace un esfuerzo para combatirla.
"No todo es culpa del gobierno", aseguró mientras esperaba, en la morgue de Bello Monte, a que le entregaran el cuerpo de su hermano, el que fue asesinado por no dejarse robar su teléfono.
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