Cada vez vivimos más conectados a través de internet. Pero ¿cuándo debemos compartir nuestro estado civil?
¿Debería 'googlear' a alguien antes de una cita?
Suena bastante inofensivo. Estás nervioso antes de una cita importante y no quieres que la conversación se agote, entonces escribes el nombre de la persona en un motor de búsqueda, a ver qué sale.
Un vistazo rápido de los antecedentes puede servir. En 2004, el fugitivo estadounidense LaShawn Pettus-Brown pasó una noche nada romántica con agentes del FBI después de que una mujer con la que había quedado para una cita se topara con su nombre en Google.
Pero jugar al detective privado también puede traer problemas. Lo que uno aprende en las investigaciones en internet puede engañar a la mente al generar la sensación de que conocemos a alguien más de lo real, lo que puede conducirnos a una situación inusualmente peligrosa. Además, puede que uno tenga que pasarse toda la cita esforzándose en no revelar ningún dato de la investigación para no quedar como un ciberacosador.
Pero la principal razón por la cual no se debe profundizar demasiado en los resultados de la búsqueda es que podría arruinar una relación antes de que comience. "Es inevitable que la gente acuda a Google", dice Dr. Todd Essig, un psicoanalista que se especializa en nuevas tecnologías.
"Pero hay que poner un límite, ya que uno de los placeres de una primera cita es descubrir algo nuevo".
Además de que se pierden esos momentos mágicos, Essig dice que el intercambio de información personal ayuda a la gente a relajarse y hablar sobre sí mismos. "Hablar sobre uno mismo lleva a hablar más aún. Si ya sabes lo que el otro va a decir, todo el proceso se interrumpe. Demasiado Google antes de una cita dará lugar a un encuentro muy incómodo.
¿Debería compartir mi situación sentimental?
Los perfiles de Facebook permiten revelar nuestra "situación sentimental", con una lista de seis opciones que incluye "soltero", "casado" y "es complicado". Sólo eso ya es complicado.
Un cambio accidental puede causar confusión y alertar a los amigos sobre una inexistente ruptura, mientras que algunos cambios han demostrado ser fatales: al menos tres mujeres británicas han sido asesinadas por sus parejas después de cambiar su estado civil a 'soltera'.
Tales peligros hacen que algunas personas se resistan a revelar esa información. Pero otros creen que compartir el estatus sentimental es un reflejo de su relación: una nueva pareja podría interpretar el que alguien no quiera actualizar su situación en Facebook como una falta de compromiso.
Según el psicoanalista Todd Essig, si debe o no compartir esta información depende de quién esté en su red: "Si tu círculo social es en su mayoría compañeros de trabajo, es posible que no desees utilizar la situación sentimental como una guía sobre lo que está pasando en tu vida".
La decisión también podría depender del uso que se le dé a Facebook: si eres joven, libre y estás solo/a, es posible que desees difundir tu disponibilidad a los cuatro vientos.
Pero Essig advierte que las redes sociales online no reflejan plenamente las interacciones reales. "La situación sentimental en Facebook es sólo una categoría en una base de datos", dice. "Es complicado", por ejemplo, puede aplicarse tanto a las personas casadas como a las no casadas. "Estas tecnologías son sólo herramientas para facilitarnos amar a quien queramos", dice Essig. "Si nos involucramos demasiado en la tecnología entonces perdemos eso de vista".
El cibersexo, ¿es realmente infidelidad?
En 2008, una mujer británica pidió el divorcio después de descubrir que su marido tenía una aventura virtual en el juego Second Life. Amy Taylor, cuyo álter ego en el juego era una DJ llamada Laura Skye, decidió separarse de su esposo, David Pollard, después de descubrir a su avatar (Dave Barmy) abrazando y hablando cariñosamente con otra mujer en un sofá virtual.
Taylor les dijo a la prensa: "Pudo haber comenzado en línea, pero existió en el mundo real y duele igual. Fue la traición suprema. Él me había estado mintiendo".
El Dr. Essig advierte que el cibersexo no debe ser considerado inocuo o sin sentido. "Depende de la intimidad, la intensidad, la frecuencia y el significado emocional de la experiencia de cibersexo y la forma en que eso encaja en el entendimiento de la pareja de los límites de su relación".
El psicoanalista señala que "las relaciones físicas no constituyen infidelidad para las personas que tienen relaciones abiertas, mientras que para otras parejas, hasta coquetear es considerado una traición".
"El cibersexo incluye una amplia gama de actividades -desde el intercambio de correos electrónicos sexies hasta el porno interactivo- y puede darse dentro de una relación", agrega.
¿Qué debo poner en mi perfil?Con los millones de personas que ahora utilizan los sitios de citas online, ¿cómo destacarse entre la multitud?
En primer lugar, hay que ser original al especificar intereses y aficiones. ¿Simplemente "lees libros" o más bien "La guerra y la paz" es tu novela favorita?
En segundo lugar, sustenta tus declaraciones. Si se supone que eres divertido, lo que escribes debe hacer reír a los demás.
En tercer lugar, mantener un perfil equilibrado. Decir lo suficiente para despertar interés pero sin aportar tanta historia de vida que ya no sea necesario conocerte en persona.
También es fundamental una foto llamativa para que el potencial amante haga clic en tu perfil, cuidadosamente diseñado.
OKCupid, un sitio de citas gratuito diseñado por graduados de Harvard en matemáticas, hizo una investigación recientemente con información que le proveyeron sus miembros y disipó algunos mitos acerca de las imágenes de perfil.
"El hallazgo más interesante fue el valor de la autenticidad", dice Sam Yagan, cofundador de OKCupid. "A menudo, las fotos que se ven más naturales, tomadas con un teléfono celular o cámara web, funcionan mejor".
Tampoco se aconseja sonreír: las mujeres que hicieron contacto visual y tenían una expresión coqueta recibieron más mensajes, mientras que los hombres deben tener una expresión seria y mirar hacia otro lado. Mostrar un poco de piel –el escote ellas y los abdominales ellos- también parece funcionar, dicen.
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