Si Dios mandara un e-mail, sería bastante menos impresionante que si mandara a un ángel del cielo a hacer el anuncio rodeado de luces y cánticos. Quizás el mensaje hasta se nos iría al filtro de spam y no nos enteraríamos de nada. Pensándolo bien, probablemente Dios no escogería este método.
Pero los tiempos han cambiado, y la forma de comunicarnos también, y eso es lo que muestra el video de arriba producido por una empresa de publicidad portuguesa. Está en portugués, pero se entiende que aunque pase el tiempo… el sentimiento queda.
0 comentarios:
Publicar un comentario