Comer delante de la pantalla de un videojuego o trabajando con el ordenador puede aumentar nuestro apetito a lo largo del día, según un reciente estudio de la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Escuela de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol (Reino Unido).
En el experimento, a la mitad de los participantes se les pidió que jugaran al “Solitario” -un juego de cartas por ordenador-, mientras sus compañeros comían lo mismo pero sin distracciones. Los participantes del primer grupo aseguraron sentirse menos llenos tras el almuerzo, y treinta minutos más tarde tomaron el doble de snacks que sus compañeros. Además, cuando al final de la sesión se les pidió que recordaran qué habían tomado les fallaba la memoria.
Los investigadores concluyen que las distracciones mientras comemos pueden provocar un aumento de la cantidad de comida que ingerimos a lo largo del día, algo que ya se había observado en personas que comen mientras ven la televisión. “La memoria y la atención juegan un papel clave en la regulación del apetito y de la cantidad de comida que consumimos”, concluye Jeff Brunstrom, coautor del trabajo publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
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