Las redes sociales ponen “poderes de dioses en manos de mortales”, según el autor de “Historias reales de redes virtuales”, el periodista colombiano Gonzalo Piñeros, quien defiende que en colegios y universidades se debería enseñar a ser un ciudadano digital.
El libro publicado por Grijalbo, que ya llegó a las librerías colombianas, recopila siete crónicas reales de usuarios de Facebook, Myspace y otras redes sociales que reflejan los abismos a los que se exponen al abrirse a un mundo virtual todavía sin límites.
Para Piñeros, periodista de la Agencia Efe, hay en el libro dos historias que “representan los dos lados de la balanza: la historia de una niña de 13 años que llega a tomar la decisión de ahorcarse porque un novio que no ha visto en su vida la deja y el encuentro de un argentino con su mamá.”
“Creo que todos sabemos que las redes sociales son buenas, son malas y tienen peligros”, explicó.
El periodista, nacido en Bogotá en 1981, apuntó que a través de estas experiencias reales busca que el lector se cuestione qué relación quiere tener con estas plataformas virtuales.
El objetivo del libro, señaló, “no es satanizar las redes sociales” porque a través de ellas también suceden cosas positivas, sino que “cada uno se pregunte: ¿Qué estoy haciendo con mi Facebook, con mi Twitter, con mi Myspace, con mi vida en las redes sociales?”.
Sin embargo, el usuario de redes virtuales se enfrenta a vacíos legales y educativos constantemente y aprende “por inercia”, sin un tutor que le oriente y ayude a manejarlas.
“La generación del ‘nativo digital’ (como se denomina al usuario de redes) está sola y se relaciona de distinta forma que sus antecesores, ese es el gran vacío que hay, y lo peor es que no hay quien los entienda” porque nadie ha vivido esto antes, apuntó.
Por eso, Piñeros considera necesaria una cohesión social “que incluya colegios, universidades, Estado, sociedad y familia” hasta que “el establecimiento pueda enseñar a la gente y aprender sobre ello al mismo tiempo”.
“Es clave que en los colegios y las universidades haya una cátedra de Ciudadano Digital que recoja cómo hay que comportarse y escribir en un foro, cómo manejar tu identidad virtual, porque eso hoy no te lo enseñan en ninguna parte”, sostuvo.
De otro modo, puede que “el propio Estado te mande a la cárcel por hacer un comentario inofensivo en una red social”, dijo el periodista en alusión al proceso judicial en que se vio envuelto el estudiante bogotano Nicolás Castro, acusado de crear en Facebook un grupo en el que se amenazaba de muerte a Jerónimo Uribe, uno de los hijos del expresidente Álvaro Uribe.
“Historias reales de redes virtuales” destaca también el poder de convocatoria de herramientas como Facebook, a través de la cual el 4 de febrero de 2008 se congregó a millones de personas en varias capitales del mundo en contra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Con un simple “me gusta” en un grupo Facebook cualquier ciudadano puede formar parte de una revolución que se salta las vías tradicionales.
Además, es capaz de orquestar un ascenso de popularidad sin precedentes, como fue el caso del exalcalde de Bogotá Antanas Mockus, que se subió a la llamada “Ola verde” para alcanzar la Presidencia de Colombia, lo que no llegó a lograr a juicio de Piñeros, “porque la maquinaria política de siempre, funciona”.
EFE y lapatilla
El libro publicado por Grijalbo, que ya llegó a las librerías colombianas, recopila siete crónicas reales de usuarios de Facebook, Myspace y otras redes sociales que reflejan los abismos a los que se exponen al abrirse a un mundo virtual todavía sin límites.
Para Piñeros, periodista de la Agencia Efe, hay en el libro dos historias que “representan los dos lados de la balanza: la historia de una niña de 13 años que llega a tomar la decisión de ahorcarse porque un novio que no ha visto en su vida la deja y el encuentro de un argentino con su mamá.”
“Creo que todos sabemos que las redes sociales son buenas, son malas y tienen peligros”, explicó.
El periodista, nacido en Bogotá en 1981, apuntó que a través de estas experiencias reales busca que el lector se cuestione qué relación quiere tener con estas plataformas virtuales.
El objetivo del libro, señaló, “no es satanizar las redes sociales” porque a través de ellas también suceden cosas positivas, sino que “cada uno se pregunte: ¿Qué estoy haciendo con mi Facebook, con mi Twitter, con mi Myspace, con mi vida en las redes sociales?”.
Sin embargo, el usuario de redes virtuales se enfrenta a vacíos legales y educativos constantemente y aprende “por inercia”, sin un tutor que le oriente y ayude a manejarlas.
“La generación del ‘nativo digital’ (como se denomina al usuario de redes) está sola y se relaciona de distinta forma que sus antecesores, ese es el gran vacío que hay, y lo peor es que no hay quien los entienda” porque nadie ha vivido esto antes, apuntó.
Por eso, Piñeros considera necesaria una cohesión social “que incluya colegios, universidades, Estado, sociedad y familia” hasta que “el establecimiento pueda enseñar a la gente y aprender sobre ello al mismo tiempo”.
“Es clave que en los colegios y las universidades haya una cátedra de Ciudadano Digital que recoja cómo hay que comportarse y escribir en un foro, cómo manejar tu identidad virtual, porque eso hoy no te lo enseñan en ninguna parte”, sostuvo.
De otro modo, puede que “el propio Estado te mande a la cárcel por hacer un comentario inofensivo en una red social”, dijo el periodista en alusión al proceso judicial en que se vio envuelto el estudiante bogotano Nicolás Castro, acusado de crear en Facebook un grupo en el que se amenazaba de muerte a Jerónimo Uribe, uno de los hijos del expresidente Álvaro Uribe.
“Historias reales de redes virtuales” destaca también el poder de convocatoria de herramientas como Facebook, a través de la cual el 4 de febrero de 2008 se congregó a millones de personas en varias capitales del mundo en contra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Con un simple “me gusta” en un grupo Facebook cualquier ciudadano puede formar parte de una revolución que se salta las vías tradicionales.
Además, es capaz de orquestar un ascenso de popularidad sin precedentes, como fue el caso del exalcalde de Bogotá Antanas Mockus, que se subió a la llamada “Ola verde” para alcanzar la Presidencia de Colombia, lo que no llegó a lograr a juicio de Piñeros, “porque la maquinaria política de siempre, funciona”.
EFE y lapatilla
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