Si muchos tenemos un pasado comprometedor (¿quién no?) y puede que a ratos sintamos el presente como algo muy pesado, está de más decir cuánto podría cargarnos la incertidumbre del futuro. Pero, ojo, los dolores de cabeza y espalda que de vez en cuando atacan no se deben a dilemas existenciales sino a una práctica que hacemos con los pies en la tierra y los dedos en las teclas: el envío de mensajitos de texto.
Cuando se pensó que debido a avances como las notas de voz empezaría a bajar la fiebre por los mensajes, empezaron a pasar cosas como los teclados qwerty y Twitter, que llegó con su formato basado en el Short Text Messaging (SMS) a recordarnos todas las buenas cosas que se pueden decir en 140 caracteres, las ganas de teclear en los celulares revivieron con toda fuerza hasta dar pie a estudios como los que Judy Gold ha desarrollado en la Universidad de Temple, según los cuales el uso excesivo de las teclas del móvil puede causar dolores musculares que abarcan desde la cabeza hasta el final de la espalda, siendo mayores en los brazos y manos debido al impacto directo de teclear.
La publicidad, por supuesto, no se queda por fuera, y las afecciones empiezan a asociarse directamente con marcas, como en el caso del “pulgar de Blackberry” un síndrome que coloquialmente se relaciona con el empleo del famoso BB Messenger pero que ocurre sea cual sea el equipo siempre que su uso sea desmesurado.
Pero, ¿cuánta vida le queda realmente al SMS en un mundo que cada día recibe más y más terminales con funciones de voz?
Mientras que a Android le preguntas cosas y él te escucha y te responde y con ello nos hace pensar que pronto no sólo hablaremos por celulares sino que también hablaremos con nuestros celulares, los daneses sustituyen sus sellos postales por mensajes de texto y, en Latinoamérica, Argentina y Venezuela se colocan como fervientes usuarios de esta utilidad.
De este modo, se hace impredecible la vida útil del mensaje de texto y se vuelve difícil estimar si las funciones de voz llegarán para desbancarlos o para simplemente acompañarlos en la aventura de comunicar. Por ahora, aunque muchos dicen que el 2012 será el año del fin del mundo, se espera que el año que viene el SMS se refuerce gracias al mercadeo por móviles y el mundo se intercambie 10 trillones de mensajes de texto que serán abiertos con más rapidez que los correos electrónicos o las redes sociales.
Así que, tanto los mensajitos de texto como las opciones de voz parecen tener el futuro encima y serán los usuarios quienes determinen, con su carácter exigente e imprevisible cuál de los dos sistemas prefieren o si, por el contrario, le dan al pan pan y al vino vino y mantienen cada utilidad para fines específicos.
Claro que, por ahora, las grandes compañías como Samsung (que paradójicamente avanza en el desarrollo de pantallas capacitivas) parece no pensar lo mismo, al menos en este spot publicitario en el que la voz se convierte en la aliada más poderosa para unos dedos engarrotados
Fuente:wayerless
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