Tener pareja alarga la vida, según estudio


Con un compañero se lleva una vida más regular y esto se refleja en el organismo. Los solteros por libre elección cada vez tienen menos que envidiar a los casados en cuanto a salud.

La ciencia avala que vivir en pareja es una opción saludable para el organismo y que beneficia al corazón, en todos los sentidos. Eso sí, siempre que sepamos escoger al compañero adecuado.

¿Se imaginan a un médico, que, después de examinar su cuadro clínico, le receta lo siguiente: “Querido paciente, usted está muy estresado. Su estilo de vida, desordenado. Su alimentación es mejorable. Su esperanza de vida puede reducirse. Pero no se preocupe: hay una solución a sus males. ¡Búsquese una pareja o cásese!”.
 
Es una broma, pero no es tan absurdo como parece. Por lo menos, es lo que aseguran varios estudios científicos sobre la materia: contar con el apoyo de una media naranja es bueno para la salud. Pues sí. ¿Quién ha dicho que el matrimonio es la tumba del amor? ¿Una trampa en la que todo se convierte en rutina, aburrimiento y hasta en depresión? La vida de pareja puede llegar a ser todo lo contrario: una formidable medicina natural.
 
Las investigaciones sobre este tema son antiguas. El epidemiólogo inglés William Farr en el siglo XIX comprobó que quien estaba casado tenía menores probabilidades de coger una neumonía, recibir intervenciones quirúrgicas, padecer cáncer, sufrir un infarto. Sus conclusiones hoy son algo obsoletas (excluía de su examen las parejas de hecho, los divorciados, los homosexuales). Además, los resultados también son susceptibles de ser interpretados al revés: en el sentido de que no es el matrimonio lo que mejora la salud, sino que quien tiene mejor salud tiene más probabilidades de acabar casado, según un proceso de selección natural para garantizar la reproducción de la especie.

Sin embargo, en la actualidad la ciencia sigue avalando la tesis original de Farr. Jean-Claude Kauffmann, sociólogo de la Universidad de París y autor de varios libros sobre las relaciones de pareja, recuerda que compartir la vida con alguien es más saludable que permanecer solos. Y recurre a un ejemplo extremo. “Esta cuestión ya fue tratada hace más de un siglo, justo en el comienzo de la sociología, por uno de sus fundadores, Emile Durkheim, en su libro El suicidio, en el que demostraba que los solteros se suicidan más que los casados. Las razones es que los que han contraído matrimonio están instalados en un marco que regulariza la existencia, mientras que los solteros tienen mucha más libertad de cambiar de idea, de comportamiento, de vida, lo que les lleva a perder un poco el sentido de su existencia. Es lo que se llama anomia. Y es el precio que se paga por esa libertad”.

0 comentarios: