Los más fatalistas pronósticos han intentado incluso establecer algunas relaciones entre la aparición de tumores cerebrales y el uso continuado de teléfonos móviles.

Ahora la Unión Europea anuncia que está estudiando la posibilidad de prohibir que en los colegios se utilicen terminales móviles por el riesgo que significarían a la salud. Incluso han elaborado un informe en el que alertan sobre el uso de teléfonos móviles y Wi-Fi y sus efectos perjudiciales para los niños y los bebés.

Sobre los efectos de las ondas emitidas por los teléfonos móviles sobre la salud no hay nada claro: Por un lado,

la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que no suponen un riesgo para las personas; pero por otro el Consejo Europeo ha confeccionado una investigación en la que asegura que sí hay peligro y apunta a los menores como el segmento de población más vulnerable según reseña EuropaPress.

Así las cosas, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), ha hecho saltar las alarmas con su posición, en la que asegura que sí existe un riesgo para la salud por la exposición a campos electromagnéticos:
Hay indicios suficientes o niveles de evidencia científica de efectos biológicos nocivos, suficientes para invocar la aplicación del principio de precaución y de medidas eficaces, preventivas urgentes (…) Hay suficientes pruebas de los efectos potencialmente nocivos de los campos electromagnéticos sobre la fauna, la flora y la salud humana”.
La Comisión Europea prefiere “curarse en salud”, por lo que al alertar sobre los posibles efectos nocivos de las redes y los terminales móviles sobre la salud, cita diversos estudios que indican que las señales pueden provocar cáncer y podrían afectar a los cerebros en desarrollo de los menores. Es por esta razón que propondrán a los estados miembros de la Unión Europea que tomen medidas en relación al uso de teléfonos móviles y redes Wi-Fi, incluyendo la prohibición de estas tecnologías en los colegios y lugares donde permanezcan niños.

Además, se proponen desarrollar campañas de información específicas dirigidas a los profesores, padres y niños para alertar sobre “los riesgos específicos del uso temprano, imprudente y prolongado de los teléfonos móviles y otros dispositivos que emiten microondas”, tal como cita EuropaPress.

Recordemos que si bien el Consejo Europeo no puede obligar a los estados miembros a acatar estas restricciones, sus sugerencias suelen tener buena aceptación por parte de los Gobiernos. Así que nos toca esperar a ver si nace alguna prohibición de uso de teléfonos móviles y redes WiFi en instituciones educativas… Mientras, a indicarle a los más chicos a usar el móvil con moderación por si acaso.

Fuente:wayerless