(CNN) — Nota del editor: Chris Taylor es el jefe de la oficina de Mashable en San Francisco, un popular blog de noticias de tecnología, y un socio de contenido de CNN.com.
De acuerdo con algunas estadísticas, los últimos cuatro días han sido los más enorgullecedores en la historia de Twitter.
La noticia de la muerte de Osama bin Laden fue confirmada por primera vez en Twitter, antes de que el presidente estadounidense Barack Obama hablara.
Un contratista desconocido de tecnologías de la información de Pakistán, al darse cuenta de que había tuiteado sin saberlo acerca de la redada en el complejo de bin Laden, se convirtió en una celebridad internacional.
Luego Twitter anunció que la hora en que el presidente habló fue una hora de tuiteo sin precedentes, con 12.4 millones de tuits enviados.
Y sin embargo, había una extraña omisión en todas estas buenas noticias para la compañía: la muerte de bin Laden no movió la aguja en el registro de Twitter para el récord de tuits enviados simultáneamente.
Entonces, ¿qué tiene ese récord? ¿Qué gran hecho noticioso podría ser tan importante como para poner a la historia más grande de la década en las sombras? La respuesta: la víspera de Año Nuevo en Japón, que registró más de 6,000 de tuits por segundo.
Parece una metáfora perfecta para todo lo que está bien y mal con el servicio de microblog. Por un lado, ha crecido de manera rápida y fuerte, convirtiéndose en un respetado servicio de entrega de noticias por derecho propio, hablando acerca de la muerte de bin Laden antes de que las cadenas de televisión siquiera especularan que esa era la noticia.
Por otro lado, a veces puede parecer muy regresivo, lleno de mensajes de 6,000 borrachos el día de Fin de Año.
Twitter existe desde hace sólo cinco años. Y en su conjunto, se parece mucho a un niño de cinco años : propenso a los berrinches, produciendo falsedades y repitiendo frases cortas una y otra vez.
A veces provoca la incómoda sensación de que un niño anárquico se ha convertido en parte de la estructura del periodismo.
Ese tipo de ambivalencia disfuncional es algo que se encuentra escrito ampliamente en la historia de Twitter hasta el momento. Es un fenómeno cultural, pero no produce ganancias todavía. Su fundador Jack Dorsey volvió a la empresa en un momento crucial. Se encuentra enfocado en su próximo proyecto: Square.
El servicio que él inventó difunde tanta verdad como desinformación a la misma velocidad. Como dijo el presidente ejecutivo de Mashable, Pete Cashmore: “Me enteré en Twitter de que Michael Jackson había muerto. También me enteré en Twitter de que Justin Bieber había muerto”.
Notamos eso a raíz de la muerte de bin Laden, cuando una cita de Martin Luther King Jr. –que dice que él que no se regocijaría con la muerte de un enemigo– se retuiteó como loca. Sólo hay un problema: Martin Luther King nunca lo dijo. La frase fue fabricada por un usuario en Facebook (hay desinformación suficiente en ambas redes sociales), y rápidamente saltó la barrera hacia Twitter.
¿Y el tuit original sobre bin Laden que precedió al anuncio de Obama? Provenía del ex jefe de gabinete de Donald Rumsfeld, una persona que normalmente puede ser considerada como adversaria política del presidente estadounidense.
Pero la mayoría de los usuarios de Twitter no sabían ni les importaba quién era y se investigaron poco los antecedentes de su declaración.
Aunque la noticia de la muerte de bin Laden fue confirmada a través de Twitter, también reveló las limitaciones de esta red.
“La verdad es que Twitter no puede hablar en profundidad acerca de una historia, y la gente quiere profundidad, el dónde, cómo, qué, cuándo y los detalles íntimos del POR QUÉ (sic)”, escribió una usuaria... en Facebook
Fuente:cnnmexico
La muerte de bin Laden exhibe lo mejor y lo peor de Twitter
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