En un bolso de mujer hoy no sólo es posible encontrar maquillaje, fotos de los hijos, agendas, cigarreras, sino que un poco más. Dispositivos para escuchar música y celulares de última generación también se han convertido en un sutil accesorio femenino.
Muchas mujeres, sobre todo ejecutivas, han optado por sumarse a la fiebre de Blackberry como una forma de mantenerse conectada durante todo el día, no sólo con las obligaciones del hogar, sino también con las profesionales.
Así lo confirma la profesora Angélica Vidal, quien desempeña un cargo directivo en una universidad de la ciudad. “Me resistí un tiempo a la modernidad, pero terminé entregándome a ella con todo. Mi primera adquisición fue una Blackberry. Debo admitir que en un momento me sentí un poco mal luciendo tan aparatoso equipo, pero con el paso de los días me di cuenta que es una herramienta demasiado útil para mi trabajo y para estar conectada con la casa. Cuando estoy con mis hijos, por ejemplo, ya no requiero estar sentada en el computador devolviendo correos, sino que al lado de ellos, pendiente de lo que hacen junto al teléfono haciendo lo mismo que tendría que haber hecho en el notebook”, dijo.
Ejecutiva
Algo parecido piensa la secretaria Marcela Jiménez, quien se desempeña en un cargo de confianza de una importante empresa de la zona. “Me lo dieron en la oficina y en un comienzo fue un parto intentar usarlo. Pero con el tiempo, se ha convertido en algo que no puedo desechar. Al principio lo veía tan tosco, tan poco femenino, pero su utilidad es lejos la más eficiente cuando quieres hacer las cosas bien en tu trabajo”, cuenta.
“Lo uso para estar conectada con los requerimientos de la gerencia de la empresa, además de contestar correos de forma inmediata y usar la mensajería instantánea con otros colegas que cuentan también con el equipo, porque eso es un costo cero. Yo me imagino que era como antes, cuando se usaban radios para comunicarse de un lado a otro. Ahora, todo con Blackberry”, contó entusiasmada.
La estudiante
La estudiante de Derecho, Brenda Moreno, contó que recibió su primera Blackberry durante la última Navidad. “Me la regaló mi papá y me encantó desde que la tuve en mis manos. Se parece a un computador, se pueden ver archivos, me puedo conectar rápidamente a Internet y puedo tener contacto directo con mis compañeros de carrera. La verdad es que yo nací un poco más tecnologizada. Mi papá conoció el teléfono por su trabajo de agrónomo y se dio cuenta que era necesario empezar a meterse en este mundo que era un poco desconocido para él”, precisó.
“Ahora, si me lo preguntas, no podría vivir sin él. Ahí tengo todo, mi Facebook, mi Twitter, mi correo electrónico... mi vida”, dijo emocionada.
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