Las redes sociales pueden conocer nuestros hábitos de navegación

La privacidad es un tema que trajo más de un dolor de cabeza a las redes sociales, las cuales ya debieron tomar una serie de medidas para proteger a sus usuarios. Pero lejos de concentrarse en el ámbito de su propio servicio, este problema también se extiende a otros sitios, gracias a los botones para compartir contenidos y los plugins sociales, que permiten que las compañías descubran nuestros hábitos de navegación.

De acuerdo con un estudio que realizó el Wall Street Journal, las herramientas de Facebook y Twitter informan a la empresa sobre qué web estamos visitando, aún cuando no pulsemos sobre ellas.

Esta es una cuestión importante para quienes se preocupan por la privacidad de su navegación, debido a la gran adopción de estas utilidades, porque entre el 20% y el 33% de los mil sitios más visitados cuenta con algún código de este estilo. Basta con prestar atención a nuestras tareas habituales en Internet para encontrar al menos un botón Me gusta.

Si bien no es algo necesariamente novedoso (basta con ver los servicios de estadísticas), la situación se agrava en las redes sociales por la posibilidad de vincular la información con nuestro perfil: cuando iniciamos sesión en uno de estos servicios, se almacena una cookie para poder identificarnos. Si luego visitamos otras páginas sin salir de la cuenta, nuestro identificador de usuario puede ser transmitido junto con la dirección en cuestión. Por ejemplo, Facebook aprovecha esto para indicarnos a qué amigos les gusta determinada URL.

Aunque la recolección de datos continúa hasta que cerramos explícitamente la sesión, Facebook, Twitter, Google y otras compañías aseguran que no utilizan la información para rastrear a sus miembros: Facebook la elimina tras noventa días, Google la mantiene por dos semanas, mientras que Twitter la borra “rápidamente”.

Una forma de evitar este seguimiento es finalizar la sesión luego de terminar nuestras actividades en cada red social. De todas maneras, también hay extensiones como Disconnect para Chrome que se encargan de bloquear elementos de este tipo. Además, siempre es conveniente echar un vistazo a las políticas de privacidad, esas mismas que nunca leemos.

Fuente:bitelia

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