El libro "The Filter Bubble" de Eli Pariser explica la manera en que la publicidad dirigida ha generado una burbuja en la que los usuarios de internet terminan por recibir sólo cierto tipo de información. Una especie de filtro que los aisla. (Publimetro)
Y de cómo el botón de "Me gusta" de Facebook es cómplice en ello. "Facebook podría poner un botón de "No me gusta". Y, de hecho, de acuerdo a una persona con la que hablé, lo habían considerado. Pero los anunciantes no quieren un botón de disgusto porque podrías rechazar sus productos generándoles un problema", explicó Paiser en entrevista con la radio pública estadounidense NPR.
Mientras tanto, los intentos de los usuarios por persuadir a Facebook de que ponga una alternativa contraria al botón "Me gusta" no cesan. La página Dislike Button —dentro de la red social— pasa de los 3 millones de seguidores.
Por su parte, Facebook argumenta que el botón de "Me gusta" es suficiente para expresar las emociones de los usuarios. "El botón de Dislike va en contra de su modelo de negocios", asegura Sama.
En tanto, los virus nocivos continúan aprovechando esta brecha para romper las vallas de seguridad de las redes sociales y engañar a millones de usuarios que -sin pensarlo dos veces- van detrás del dichoso botón, con las consecuencias fatales que eso puede acarrear para la privacidad de sus datos.
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