Twitter aprovecha la 'democratización de la escritura' para fortalecerse


Chris Taylor es jefe de buró de San Francisco de Mashable, un popular blog de noticias tecnológico, y socio de contenido de CNN.

En el comienzo había una palabra, garabateada en un bloc de notas: La palabra era Estatus.

Ese fue el título de trabajo usado por el programador Jack Dorsey en 2002.

Como un geek del diseño urbano, Dorsey visualizó una ciudad llena de personas enviando mensajes cortos entre sí como hacen los taxistas con radiolocalizadores: ¿Cómo estás? ¿Qué onda? ¿Cuál es tu estado?

Hoy, cinco años después de su origen, el estado de Twitter sigue en proceso de cambio. Por otro lado, es una metrópolis virtual vibrante más allá de la imaginación de Dorsey. Ha acumulado 200 millones de ciudadanos de cada rincón del mundo, y aún así se las arregla para ser más ordenado y simple que la ruidosa megalópolis de Facebook.

No existen notificaciones de Mafia Wars aquí, no hay anuncios dirigidos, ni solicitudes de amigos que te producen ansiedad; nada además de mensajes en tiempo real de lo que sea en que estés interesado, ya sea Lady Gaga o la vecina.

Por otro lado, no todo esta bien en la Ciudad Estatus. La mitad de sus ciudadanos están ausentes del todo, y Twitter.com tiene menos visitantes al mes –alrededor de 20 millones– que MySpace, de acuerdo con comScore.

La compañía tiene una mano firme en el timón con el nuevo presidente ejecutivo Dick Costolo, pero carece de un líder visionario de producto (Dorsey está enfocado en su próxima compañía: Square). Aún sufre de irritantes interrupciones, y no ha generado ganancias.

Como CNNMéxico reportó, UberMedia, la compañía detrás de aplicaciones móviles para Twitter como Echofon, está planeando construir una red de microblogging rival, que podría esquivar la famosa limitación de los 140 caracteres.

Así que, ¿están los zopilotes volando en círculos sobre Ciudad Estatus? ¿Deberían los tuiteros prepararse para mudarse a un pueblo competitivo con menos reglas?

En una palabra: no. La ciudad que Jack construyó es mucho más fuerte de lo que parece.

En primera, miremos sus números: Varían fuertemente dependiendo del servicio que uses y cómo lo dividas.

Quantcast dice que ha existido un alza de 50% en el uso de Twitter en los últimos cinco años. Google Analytics dice que el tráfico internacional se elevó 83% el año pasado.

Y debido a que muchas personas están tuiteando en su dispositivo móvil o en una aplicación externa, los números de Twitter.com son incompletos y engañosos.

Pero incluso si tomamos el estimado extremadamente conservador de 20 millones de usuarios incondicionales de Twitter, no es cualquier cosa. Es un fenomenal logro para una compañía con cinco años de edad, equivalente a la población de la Ciudad de México. Ellos aseguran un interminable flujo de noticias de cualquier tipo, perfectamente ajustables a tus necesidades.

Ningún otro servicio, ni siquiera Facebook, te da la impresión de sumergirte en una conversación global, un hecho que se vuelve abundantemente claro cuando se produce un desastre natural, revolución o un gran evento deportivo, como pudimos constatar con la noticia de la muerte de Osama bin Laden, que fue dada a conocer en Twitter antes que en cualquier otro medio, y cuyo operativo fue por casualidad tuiteado en tiempo real. Como Costolo frecuentemente dice, el servicio apenas ha alcanzado el 1% de su potencial.

Una élite incondicional de más de 20 millones también representa una inexpugnable ventaja sobre competidores como UberMedia. Muchos han tratado, incluso Jaiku (comprado y luego abandonado por Google) y el ahora difunto Pownce.

Pero éste no es un medio como la televisión, en el que muchos canales pueden triunfar. Esto es más como una cadena en la que Twitter contiene todos los canales. Sólo si el microblog hiciera algo fenomenalmente estúpido, como cobrar a los usuarios por el servicio, ¿por qué lo cambiarías?

De hecho, los únicos servicio de microblog exitosos hasta ahora son aquellos que construyen capas sobre Twitter, como Stocktwits, o adiciones de código abierto como Identi.ca.

Y, ¿qué pasa con el límite de los 140 caracteres? Lejos de ser un problema, permanece como el mejor activo de Twitter, pese a que una pequeña mayoría quiera cambiarlo. En términos urbanos, es el sistema de luz roja que hace que el tráfico siga fluyendo; y que permite a todo el mundo ver una palabra de refilón.

El arte se nutre de la restricción. Los guionistas y poetas han conocido desde hace mucho que si vale la pena decir algo, vale la pena decirlo lo más brevemente posible: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". Con Twitter, el resto del mundo se está dando cuenta de ello.

Llámenlo la democratización de la escritura. Cualquiera puede entrar a la élite de la Ciudad Estatus y ganar miles se seguidores, si tienen el ingenio para ello.

Resumiendo, la habilidad de redactar tuits interesantes se ha convertido en una habilidad muy admirada; el clímax de los símbolos de estatus en el siglo 21.

http://mexico.cnn.com/tecnologia/2011/05/08/twitter-aprovecha-la-democratizacion-de-la-escritura-para-fortalecerse

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