Curiosamente, mientras en Venezuela se impulsa un modelo de gobernanza orientado a restar importancia a toda tenencia material a través de su distribución equitativa, la gente pareciera conocerse por la calidad del móvil que posee.

Desde que en 2009 el presidente Hugo Chávez dijera textualmente en la televisión “el que no tenga un Vergatario es cero a la izquierda”, hasta que en mayo de este año se iniciaron las listas de espera para comprar el iPhone 4 a través de Movistar, han sido muchas las cosas que nos muestran que para los venezolanos un móvil es bastante más que un objeto utilitario.

Así, el psicólogo y doctor en economía Axel Capriles comenta que “en el país hay una cultura de la obstentación, una tendencia muy marcada hacia el consumo suntuoso, el que da presencia social. Es un consumo demostrativo, para que vean lo que uno tiene”. De allí que, como comenta Capriles, muchos teléfonos inteligentes de alto costo estén afiliados a usuarios prepago que no tienen los requisitos bancarios para acceder a una tarjeta de crédito.

En los últimos días los hábitos de consumo móvil de los venezolanos han estado en la prensa de manera insistente: desde malas noticias como los índices delictivos asociados a los celulares, hasta curiosidades como el uso de mensajes de texto por parte de los 27,9 millones de líneas activas entre los 28 millones de habitantes del país, lo que nos lleva a recordar cifras como las presentadas recientemente por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel): la penetración de los celulares en Venezuela alcanza el 102% de los cuales un 96,7% corresponde a teléfonos activo y más del 90% a líneas prepagadas.

Pero, ¿por qué compran móviles los venezolanos?

Según Capriles, se trata de una forma de relacionar a la sociedad con el dinero, para experimentar de forma cercana la abundancia petrolera: “Son complejos históricos que siempre han estado ahí y se van profundizando. Este modelo lo ahonda muchísimo más porque la población no relaciona su capacidad de trabajo con lo que debe recibir, sino que se profundiza la relación con el Estado y las personas sienten que tienen que mostrar lo que les ha dado el gran benefactor, para mostrar así su relación con el Poder”.

¿Cuántos usuarios de teléfonos de media y baja gama –no teléfonos inteligentes- conocen ustedes actualmente?
¿Son personas satisfechas con sus móviles o están pensando en cambiarlos por algo más avanzado?
¿Cada cuánto tiempo cambian ustedes sus teléfonos?

Fuente:wayerless