Tomar medidas a tiempo en la prevención de enfermedades es una de las formas más seguras de mantenerse sano y activo a cualquier edad. En el caso del infarto, las medidas que podemos tomar pueden estar dirigidas a modificar un estilo de vida o a aceptar los riesgos mayores de padecer una enfermedad cuando no hay factores modificables (por ejemplo, al envejecer). De todas maneras, incluso en los casos en los que parece no haber nada para hacer siempre hay consejos que pueden hacer un aporte significativo en la vida cotidiana de aquellos que quieren mejorar de forma permanente.
La primera medida que debemos tomar en la prevención de enfermedades cardiovasculares como el infarto es el hacer un chequeo médico regular. También es importante comprometerse a hacer todo lo que nos indique el médico especialista al ver los resultados del examen. Las personas que tengan algún desorden de tipo metabólico (como diabetes, hipertensión o colesterol elevado) deberían seguir los planes de alimentación sana o la medicación recomendados por el especialista y evitar tomar decisiones individuales a la hora de modificar un hábito que puede requerir del consejo de un médico clínico.
Algunos de los factores en juego a la hora de prevenir un infarto, como llevar una alimentación sana, mantenerse alejado de adicciones como el cigarrillo y el alcohol, y hacer ejercicio de forma regular pueden tener un impacto general en la calidad de vida de una persona. Además de estar reduciendo significativamente los riesgos que tiene de que le dé un infarto podrá disfrutar de su vida mucho más. En este sentido también puede ser muy útil incorporar todo tipo de hábitos que contribuyan a una facilitación en la circulación sanguínea a nivel general (utilizar zapatos o zapatillas cómodas, ropas sueltas, tener una adecuada oxigenación, entre otros). (Fuente: Blog Farmacia)
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