El tiempo libre es un tema de salud. Para lograr el bienestar físico y mental, disfrutar del ocio y el juego es tan importante como realizar actividad física o controlar los factores de riesgo cardiovasculares, aseguran especialistas.
El tiempo libre es un tema de salud. Para lograr el bienestar físico y mental, disfrutar del ocio y el juego es tan importante como realizar actividad física o controlar los factores de riesgo cardiovasculares, aseguran especialistas.
Christine Moll, del Canisius College (Estados Unidos), dijo que “el trabajo es la actividad que más realizamos en nuestras vidas. Trabajamos más de lo que comemos o dormimos. Nuestra salud y medicina son mucho mejores que hace un siglo pero nos dañamos a nosotros mismos porque solo trabajamos, trabajamos, trabajamos”.
David Farrugia, un colega de Moll, explicó que cuando los pacientes llegan al consultorio psicológico generalmente ya hicieron consultas a sus médicos por síntomas de ansiedad. “Fisiológicamente, el cuerpo puede adaptarse y funcionar con altos niveles de stress pero esta situación eventualmente comienza a afectar la salud física y mental”, afirmó.
En ese sentido, Moll destacó los beneficios de disfrutar del tiempo libre: “da aire al cerebro, renueva el espíritu, brinda claridad en el pensamiento, mejora la presión arterial, genera satisfacción. En todas las dimensiones de la vida; física, mental, espiritual o cognitiva; el tiempo libre debería ser una necesidad y no un lujo”.
Moll explicó que lo primero que debe hacer una persona es recordar cuando fue la última vez que se tomó un tiempo para sí misma y para divertirse. “Si la respuesta es ‘leí un libro hace un año’ entonces es hora de hacer más. Hay que agregar actividades de ocio en la vida, ya sea cocinar, tejer, jugar al golf o lo que sea. Es un tema muy importante”, afirmó.
La mejor opción es recordar cuales eran los viejos pasatiempos que más placer generaban con el objetivo de retomarlos. También es posible comenzar nuevas actividades, y en ese sentido Moll recomienda investigar y mirar alrededor para descubrir nuevos caminos divertidos.
“Es como la comida: hay que probar diferentes cosas para encontrar la pasión propia. El mejor indicador de qué le interesa a alguien como adulto se encuentra indagando en su juventud”, explicó.
Para aclarar bien qué actividades son beneficiosas Moll detalló que deben ser, antes que nada, una fuente de placer. Además, es importante que sean elegidas libremente, generen interés, impliquen un compromiso y brinden la sensación de escape. La competencia puede llegar a ser contraproducente, ya que a veces el ímpetu por ganar hace imposible que una persona se relaje.
Moll subrayó que las actividades de ocio hacen que el cuerpo “libere endorfinas, cambie la frecuencia cardíaca, modifique la presión arterial y mejore el bienestar emocional”. Por ese motivo, recomienda ser firme con uno mismo y comenzar una actividad divertida, siempre con la mira puesta en sentir placer y satisfacción.
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