Varios estudios en el pasado han investigado si el uso de teléfonos móviles -que continúa aumentando en todo el mundo- incrementa el riesgo de desarrollar tumores cerebrales o del sistema nervioso.
Hasta ahora los resultados habían sido contradictorios o no concluyentes.
Pero una nueva investigación, descrita como la más amplia y de más largo plazo que se ha llevado a cabo, afirma que no hay un vínculo entre ambos.
El estudio, coordinado por el Instituto de Epidemiología de Cáncer de Copenhague, en Dinamarca, y la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC), siguió a más de 400.000 suscriptores de teléfonos móviles durante un período de 18 años.
Y no encontró evidencia de que el uso a largo plazo de estos aparatos esté vinculado al cáncer.
Tal como explica la investigación publicada en BMJ (Revista Médica Británica) desde hace dos décadas el número de usuarios de teléfonos móviles está constantemente incrementándose.
En 2010 el total de suscripciones de telefonía móvil era de más de 5.000 millones.
Este drástico incremento ha provocado muchos temores sobre los potenciales efectos adversos que los móviles pueden tener en la salud.
En particular se teme el riesgo de desarrollar tumores cerebrales, debido a que el cerebro es el órgano más expuesto a la radiación electromagnética emitida por el aparato que debe ser colocado en el oído.
Carcinógeno
La Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) clasificó recientemente como carcinógeno a la radiación electromagnética emitida por los celulares.
Estudios anteriores ya habían intentado analizar este vínculo, pero no lograron obtener conclusiones firmes.
Por ejemplo, el estudio INTERPHONE, llevado a cabo en 13 países y publicado en 2010, concluyó que en general no había riesgo de desarrollar dos tipos de tumor cerebral -glioma y meningioma- con el uso de móviles. Pero sí observó un pequeño aumento en el riesgo de glioma en personas que usaban el aparato continuamente.
El estudio, sin embargo, no pudo establecer una conclusión firme sobre el uso de móviles y el riesgo de cáncer a largo plazo.
El mismo equipo de investigadores daneses ya había publicado un estudio preliminar que comparó el riesgo de cáncer entre más de 400.000 suscriptores de telefonía celular de 1982 a 1995 y el resto de la población adulta.
Posteriormente se llevó a cabo un seguimiento de los participantes de 1996 a 2002.
Para el estudio, cuyos participantes eran mayores de 30 años y nacidos en Dinamarca, se utilizaron los datos del Registro Danés de Cáncer y de las redes de telefonía de ese país.
Los resultados no mostraron evidencia de ningún riesgo de tumores del sistema nervioso central o cerebrales o cualquier otro tipo de cáncer entre los suscriptores.
El nuevo estudio publicado ahora es la continuación de aquella investigación, en el cual se siguió a los participantes hasta 2007.
En total, dice la doctora Patrizia Frei, quien coordinó la investigación, ocurrieron casi 11.000 tumores del sistema nervioso en el período de 1990 a 2007.
“Cuando se analizaron sólo las cifras de las personas que habían utilizado el móvil durante más tiempo, durante 13 años o más, las tasas de cáncer eran casi las mismas tanto en los usuarios de largo plazo como las de los no suscriptores de teléfonos móviles” afirma la autora.
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