Hace once años el efecto 2000 hizo temblar al mundo entero con la amenaza de una catástrofe informática apocalíptica. Ahora es otra fecha cargada de simbolismo la que tiene en vilo a parejas de todo el globo: la cuenta atrás para tener un hijo el 11-11-11 ha comenzado.
Si el pavor al 1 de enero del año 2000 se saldó con millones de dólares para evitar un desastre que nunca ocurrió, la ansiedad por conseguir dar a luz en una fecha de seis cifras iguales está haciendo que los teléfonos de los ginecólogos echen humo: miles de futuros padres suspiran por una fórmula mágica que les lleve a conseguir la proeza de los seis unos.
Hacer el amor en una posición concreta, ver películas porno antes de practicar sexo, y comer boniatos son los consejos estrella de los cientos que engrosan la rumorología popular acerca de la concepción, pero todos ellos tienen un defecto común: no funcionan. "Esto es una lotería: es imposible quedarse embarazada cuando una quiere. Todo lo demás son falsos mitos a los que se aferran quienes son incapaces de aceptar que la fecha en que nacerán sus hijos, simplemente, no está en sus manos", advierte Caroline Debois, una comadrona que vivió en primera línea el otro efecto 2000: el de la carrera mundial por tener un hijo en la apertura de un nuevo milenio.
Y es que en 1999, mientras los cerebros informáticos de medio mundo se afanaban en evitar el colapso global, miles de parejas estaban distraídas con otra suerte de programación: no podían perder la oportunidad de tener un hijo que naciera con el segundo milenio. Los que no lo lograron entonces y quienes aún eran demasiado jóvenes para procrear tienen ahora una nueva ocasión de dar a su heredero un nacimiento único: el 11 de noviembre (11) de 2011.
Aunque la concepción no es una ciencia exacta, existe un cierto halo de esperanza para los súbditos de la simbología: las mujeres que se queden embarazadas en las dos últimas semanas de febrero, de cumplirse todas las reglas biológicas, podrían dar a luz en la fecha mágica.
La todopoderosa red social Twitter, siempre espejo de las preocupaciones mundiales, vibra estos días al ritmo trepidante de un mensaje que se expande como la pólvora de usuario en usuario: "Si quieres tener un hijo el 11-11-11, ya sabes lo que tienes que hacer esta noche". Los especialistas más escépticos, como la matrona Debois, se escandalizan de que tantas parejas ansíen que su bebé nazca en una fecha "sin más misterio que el de llevar media docena de números iguales", de modo que reducen toda esta carrera por los seis unos a una "actitud irracional de gente necia".
Otras mujeres, aunque nunca se les pasaría por la cabeza obsesionarse con alumbrar en un día concreto, son más comprensivas y consideran que en el objetivo 11-11-11 "es de lo más divertido". Así lo cree Tania Morris, madre de dos hijos en Atlanta (Georgia), y ferviente espectadora de lo que empieza a ser toda una competición mundial por lograr dar a luz en una fecha con media docena de cifras iguales, algo que no volverá a producirse hasta dentro de un siglo, el 11-11-2111, "cuando todos nosotros ya no estaremos aquí", bromea.
Bien sea por lo excepcional de la fecha, por superstición, o por comunión con la numerología, lo cierto es que miles de parejas están recurriendo a Internet en busca de los consejos y la empatía que, según cuentan en sus mensajes, sus ginecólogos no les acaban de proporcionar. La red es el escenario idóneo para plantear un deseo que muchos especialistas, como Debois, tacharían de "mera frivolidad o capricho", pero que alimenta las ilusiones de parejas del mundo entero que aspiran a que el nacimiento de su bebé sea especial por partida doble.
Así, esos sistemas informáticos de unos y ceros que hace once años provocaron el pánico colectivo, son hoy paradójicamente la infraestructura elegida por los que no temen, sino desean, una fecha tan cargada de simbolismo como ese 1 de enero de 2000. Incluso algunos internautas, haciendo gala de una generosidad sin límites, se ofrecen a través de la red para hacer realidad el sueño de las mujeres que quieren tener un hijo el 11-11-11 pero no encuentran compañero de aventura. "¿Necesitáis una ayuda de último momento?", preguntaba Nathan Hatcher.
Fuente:terranoticias
Si el pavor al 1 de enero del año 2000 se saldó con millones de dólares para evitar un desastre que nunca ocurrió, la ansiedad por conseguir dar a luz en una fecha de seis cifras iguales está haciendo que los teléfonos de los ginecólogos echen humo: miles de futuros padres suspiran por una fórmula mágica que les lleve a conseguir la proeza de los seis unos.
Hacer el amor en una posición concreta, ver películas porno antes de practicar sexo, y comer boniatos son los consejos estrella de los cientos que engrosan la rumorología popular acerca de la concepción, pero todos ellos tienen un defecto común: no funcionan. "Esto es una lotería: es imposible quedarse embarazada cuando una quiere. Todo lo demás son falsos mitos a los que se aferran quienes son incapaces de aceptar que la fecha en que nacerán sus hijos, simplemente, no está en sus manos", advierte Caroline Debois, una comadrona que vivió en primera línea el otro efecto 2000: el de la carrera mundial por tener un hijo en la apertura de un nuevo milenio.
Y es que en 1999, mientras los cerebros informáticos de medio mundo se afanaban en evitar el colapso global, miles de parejas estaban distraídas con otra suerte de programación: no podían perder la oportunidad de tener un hijo que naciera con el segundo milenio. Los que no lo lograron entonces y quienes aún eran demasiado jóvenes para procrear tienen ahora una nueva ocasión de dar a su heredero un nacimiento único: el 11 de noviembre (11) de 2011.
Aunque la concepción no es una ciencia exacta, existe un cierto halo de esperanza para los súbditos de la simbología: las mujeres que se queden embarazadas en las dos últimas semanas de febrero, de cumplirse todas las reglas biológicas, podrían dar a luz en la fecha mágica.
La todopoderosa red social Twitter, siempre espejo de las preocupaciones mundiales, vibra estos días al ritmo trepidante de un mensaje que se expande como la pólvora de usuario en usuario: "Si quieres tener un hijo el 11-11-11, ya sabes lo que tienes que hacer esta noche". Los especialistas más escépticos, como la matrona Debois, se escandalizan de que tantas parejas ansíen que su bebé nazca en una fecha "sin más misterio que el de llevar media docena de números iguales", de modo que reducen toda esta carrera por los seis unos a una "actitud irracional de gente necia".
Otras mujeres, aunque nunca se les pasaría por la cabeza obsesionarse con alumbrar en un día concreto, son más comprensivas y consideran que en el objetivo 11-11-11 "es de lo más divertido". Así lo cree Tania Morris, madre de dos hijos en Atlanta (Georgia), y ferviente espectadora de lo que empieza a ser toda una competición mundial por lograr dar a luz en una fecha con media docena de cifras iguales, algo que no volverá a producirse hasta dentro de un siglo, el 11-11-2111, "cuando todos nosotros ya no estaremos aquí", bromea.
Bien sea por lo excepcional de la fecha, por superstición, o por comunión con la numerología, lo cierto es que miles de parejas están recurriendo a Internet en busca de los consejos y la empatía que, según cuentan en sus mensajes, sus ginecólogos no les acaban de proporcionar. La red es el escenario idóneo para plantear un deseo que muchos especialistas, como Debois, tacharían de "mera frivolidad o capricho", pero que alimenta las ilusiones de parejas del mundo entero que aspiran a que el nacimiento de su bebé sea especial por partida doble.
Así, esos sistemas informáticos de unos y ceros que hace once años provocaron el pánico colectivo, son hoy paradójicamente la infraestructura elegida por los que no temen, sino desean, una fecha tan cargada de simbolismo como ese 1 de enero de 2000. Incluso algunos internautas, haciendo gala de una generosidad sin límites, se ofrecen a través de la red para hacer realidad el sueño de las mujeres que quieren tener un hijo el 11-11-11 pero no encuentran compañero de aventura. "¿Necesitáis una ayuda de último momento?", preguntaba Nathan Hatcher.
Fuente:terranoticias
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