– Dejaron de lado a los consumidores: Pasaron una innumerable cantidad de años preparando productos que funcionaban muy bien en ambientes corporativos, con niveles de seguridad envidiables por muchos otros fabricantes y lograron construir un valor agregado de incalculable cuantía en esta área.
Sin embargo, la inacción que mostró la compañía tras llegada de nuevos conceptos sobre comunicación personal orientada a consumidores provenientes de nuevos actores en la industria y la rápida renovación de los ya existentes, terminó por hacer que el cliente que recién ingresaba al mundo de los smartphones — y que podía haber elegido un BlackBerry — se decantara por opciones más amigables y atractivas a la vista.
La reacción para ingresar al mundo del entretenimiento fue el Storm, un equipo que buscaba empatizar con aquellos clientes que querían la experiencia de BlackBerry en un equipo táctil que, la verdad, dejó bastante que desear desde el día 1.
– Mantuvo su diseño casi invariable en el tiempo: Más allá de los intentos con Storm y Storm II, RIM siempre ha querido dar un caracter icónico a sus equipos, cuyas lineas de diseño se han mantenido prácticamente sin modificaciones sustanciales en largos periodos de tiempo. Esto hace que para el ojo inexperto cada aparato sea casi igual al anterior, dando una imagen de estancamiento y falta de innovación, incluso si el equipo es totalmente distinto en sus prestaciones.
Es cosa de hacer la prueba con gente común y corriente para darse cuenta que en la calle habrá mucha gente que no entenderá los cambios entre un modelo nuevo y otro más antiguo.
– Precios elevados por hardware algo añejo: La verdad sea dicha, muchos de nosotros podríamos dejar pasar eso de volverse loco por comprar un equipo que en cuya imagen exterior no se reflejan mayores cambios, pero si vamos a hacer esto con cambios que tampoco se reflejan de forma notoria en las prestaciones del aparato, entonces los precios que pagamos por estos productos no deberían ser tan elevados.
Lamentablemente, los equipos de este fabricante siempre resultaron ser por mucho tiempo los más caros de los catálogos en este lado del mundo. Ante la llegada de alternativas igual de caras, pero con experiencias más satisfactorias para el cliente tanto en lo empresarial como en lo multimedia, los usuarios terminaron migrando naturalmente hacia estas otras opciones.
Esto se vio dramáticamente reflejado en equipos de gama media, donde BlackBerry atacó durante mucho tiempo el mercado con equipos que ni siquiera ofrecían conectividad 3G. Nefasto si consideramos que Android ya ingresaba fuerte, a precios convenientes y con muchas más prestaciones por el mismo dinero.
En la otra vereda están aquellos que creen que un equipo con sistema operativo bien optimizado no necesita grandes prestaciones para funcionar. Pero lamentablemente eso es otro punto que no han sabido explotar de forma satisfactoria, terminando por ahogarse en un mar de procesadores doble núcleo, pantallas táctiles cada vez más grandes y gráficos realmente destacables… Ah, y software que permite sacarle partido a estas prestaciones.
Toma nota tu también Apple, que el error 2 y 3 también lo estás cometiendo.
– Pobre catálogo de Aplicaciones: ¿Parece poco todo lo que anteriormente detallamos? Bueno, en el campo de las aplicaciones tampoco pudieron hacerlo mucho mejor. El crecimiento de App World ha sido lento, y a pesar de la integración que ultimamente lograron conseguir con los servicios que BlackBerry ofrece de forma nativa, la experiencia tampoco fue mejorada de forma sustancial.
Y para qué estamos buscando más motivos… Comparado con otras plataformas móviles, la experiencia de uso y la poca variedad del catálogo que encontramos en la App World configuran un escenario poco alentador para la plataforma. Y no es que no haya de todo lo necesario para personalizar tu experiencia en un móvil de esta compañía, pero las omisiones son muy notorias y terminan por propiciar el cambio en clientes que encuentran más y mejores aplicaciones en Android o iOS. Triste, pero cierto.
– Servicios de Valor Agregado que ya no son relevantes: Con el tiempo, el revolucionario aparato que permitía revisar correos y llevar la agenda de la oficina comenzó a ser cada vez más similar a otros equipos que tenían las mismas prestaciones, pero presentadas de formas más convenientes y en un formato mucho más atractivo.
Y es que, convengamos, hay mucha gente a la que le importa un rábano tener BlackBerry Messenger pues ya encontraron en WhatsApp o en otros sucedáneos un aliado perfecto para sus comunicaciones personales, incluso con gente que no comparte su misma plataforma móvil.
En el último año y medio, RIM ha trabajado fuertemente en mejorar el ecosistema que sustenta a sus equipos, y eso ha venido en directo beneficio de los 75 millones de clientes que utilizan diaramente los servicios de la canadiense alrededor del mundo. De todas formas, para cada servicio que BlackBerry ofrece en sus terminales, hay una alternativa en iOS o Android. Muchas de ellas son transversales y terminan ofreciendo una experiencia incluso mejor que la que buscaban emular.
Wayer
Caer en negación respecto a los problemas de la compañía es el peor error que la empresa podría permitirse en este momento, sobre todo cuando el ruido que provocó la salida de Lazaridis y Balsillie fue aplacado por los anuncios de continuidad de Heins.
Por supuesto que con este compendio no queremos decir que todo sea malo. De hecho, existen gran cantidad de fortalezas en esta plataforma que permiten que se sustente con relativa holgura tras cada trimestre, pero para evitar una real crisis la compañía debería dar un vuelco a muchas de las acciones que han venido desarrollando en el último tiempo. Incluso si eso va en contra de lo que sus fundadores creyeron en algún momento.
¿Qué duda cabe acerca de que el nuevo CEO es una mera transición en una etapa compleja de la compañía? Quizás 12 o 18 meses bastarán para poder ver lo que realmente está detrás de este cambio en la directiva de la empresa, entregando un tiempo ajustado para ver si las cifras repuntan o si terminarán por hundir al coloso de Waterloo, condenándolo a licenciar su servicio o incluso ser asimilado por una compañía que esté en mejor pie.
Sea como sea, BlackBerry no va a desaparecer ni dejará que su legado lo haga. El cambio, aunque tarde, nos dará pistas en relación a lo que le depara al otrora fabricante más relevante de la industria de smartphones a nivel mundial. Y no, el teclado, el correo o una nueva área de marketing ya no bastan para sostener a su base de clientes.
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