Circula un rumor sobre la última novedad en las entrevistas de trabajo: Al parecer, se dice que algunas empresas piden a los solicitantes que entreguen sus contraseñas de Facebook. ¿Deberías estar preparado para esa peculiar petición? ¿Cómo permitir que otros husmeen en las fotos de tu familia? Y si te niegas, ¿anulas tus posibilidades de ser contratado?
La verdad es que se trata de una práctica muy inusual, porque hay complicadas razones legales de por medio. Con todo, ha ocurrido en algunos sitios y la blogósfera se ha poblado de indignantes diatribas contra esa práctica.
El alboroto comenzó cuando se supo que el Departamento de Correccionales de Maryland estaba pidiendo a los candidatos, e incluso a algunos empleados actuales, sus contraseñas de Facebook. Los funcionarios de la agencia penitenciaria dijeron que la solicitud tenía por objeto asegurarse de que los potenciales guardias de la prisión no están afiliados a pandillas. Después de peinar las páginas de Facebook de 2,689 solicitantes, la agencia se negó a contratar a siete candidatos sobre la base de lo que sus páginas de Facebook revelaban.
La American Civil Liberties Union (unión que defiende las libertades civiles) se quejó de que dicha práctica violaba la privacidad de los solicitantes, y los legisladores del estado de Maryland presentaron un proyecto de ley que prohibiría a los empleadores exigir a los candidatos a puestos de trabajo la entrega de sus contraseñas de Facebook. Para no ser menos, los legisladores de Illinois y California esbozaron iniciativas similares. Por el momento, ninguno de los proyectos se ha convertido en ley.
Hace unos días, Facebook emitió una declaración diciendo que demandará a los empleadores que pidan las contraseñas de las personas, porque dar esa información viola las políticas de Facebook. "Si eres un usuario de Facebook, nunca deberías compartir tu contraseña", escribió el director de privacidad de la red social, Erin Egan. La controversia ha despertado un avispero de comentarios en Internet, como un post publicado por Mike Wehner, blogger de Tecca, en el que aparecía una foto de la infame solicitud de empleo de la agencia de Maryland.
Wehner escribió: "Para cualquiera - especialmente una empresa o un empleador potencial - solicitar el acceso a las páginas privadas de Facebook es tan atrevido como pedir una copia de las llaves de la casa de una persona ¿Estarías de acuerdo en que registraran por completo tu hogar y tus posesiones mundanas con el fin de conseguir un empleo? Si la respuesta es no, debes ser igualmente reacio a dejar que alguien hurgue en tu identidad en línea".
De acuerdo, pero vale la pena señalar que, desde el punto de vista del empleador, la cuestión es más compleja de lo que parece a primera vista. Por un lado, los departamentos legales de las compañías suelen aconsejar a los responsables de contratación no indagar demasiado en las identidades digitales de las personas, ya que al hacerlo podrían acceder a información que, por ley, los empleadores tienen prohibido investigar en una entrevista laboral.
"¿Qué pasa si descubres que una aspirante está esperando un bebé, o tiene tendencias políticas radicales, o tiene más de 50 años, o tiene una enfermedad crónica, o alguna otra información personal que legalmente no se puede pedir, y luego decides no contratar a esa persona por alguna otra razón que no guarda relación alguna?" pregunta a Michael Schmidt, experto en derecho laboral del bufete neoyorquino Cozen O'Connor. "¿Cómo probarías en la corte las razones por las cuales no lo contrataste a él o ella?"
Por otro lado, Schmidt, quien se especializa en el naciente campo de los dilemas jurídicos creados por los medios sociales (y escribe un blog sobre el tema), señala que los empleadores también tienen la obligación legal de reunir la mayor cantidad posible de información de "debida diligencia" acerca de los candidatos.
"Si un empleador no examina todas las fuentes disponibles de datos, y luego te contrata, y tú haces algo pernicioso, la empresa es responsable de tu comportamiento, ya que hizo una contratación negligente", dice Schmidt. "La cuestión no resuelta es si tu página de Facebook cae dentro del rubro de la debida diligencia.
La ley siempre tarda un tiempo para ponerse al día con las nuevas tecnologías", añade.
Y mientras la ley se actualiza, ¿qué hacer si te piden tu contraseña? En la opinión de Duncan Ferguson, director gerente la firma BPI Group, dedicada a la recolocación profesional y recursos humanos, "La mejor estrategia consiste en dirigir al entrevistador a tu página de LinkedIn. Di algo como: "Sólo utilizo Facebook para compartir información personal con familiares y amigos. Mi perfil en LinkedIn es mi presencia profesional en Internet".
"LinkedIn se ha vuelto una parte tan integral del proceso de reclutamiento que nadie debería tener un problema con esa respuesta", añade Ferguson. Si al empleador no le gusta, pregúntate si realmente quieres trabajar allí. "Esto realmente se reduce a una cuestión de confianza. ¿Van a confiar en ti para hacer bien el trabajo, para tratar a los clientes con respeto, etcétera? Todo lo que sucede en una entrevista ofrece una ventana a la cultura de la compañía, y si piden tu contraseña de Facebook sugiere que no confían en ti ahora... lo que significa que tampoco lo harán más adelante", advierte.
Bill Peppler, socio director de Kavaliro, una empresa de dotación de personal con sede en Orlando y oficinas en 30 estados, recuerda a los solicitantes de empleo tener en cuenta que, incluso sin una contraseña, "los empleadores buscarán en Facebook, así que utilicen la configuración de privacidad del sitio para que las fotos de las fiestas sólo puedan verla los amigos".
En un caso reciente, un candidato "llegó hasta la etapa final de reclutamiento y fue rechazado a causa de algunas fotos en Facebook que nos hicieron dudar de su buen juicio", ejemplifica Peppler. "Y se trataba de un profesional con 20 años de experiencia, no un estudiante universitario. Tuvimos que darle al solicitante la mala noticia". No digo más.
Fuente:CNNExpansion
0 comentarios:
Publicar un comentario