El encargado de revelar este dato fue Franz Och, uno de los investigadores a cargo de este motor de traducción que está vinculado al proyecto desde hace el año 2004 (Google empezó a ofrecer un servicio básico de traducción en el año 2001 utilizando el traductor SYSTRAN). Durante este tiempo de vida del servicio, Google Translate ha evolucionado mucho y, además de ampliar la cartera de idiomas disponibles hasta 64 idiomas (incluyendo incluso el Esperanto), ha diversificado su presencia abarcando dispositivos móviles, su navegador web u ofrecer un API (por el que cobra) para que pueda ser utilizada por páginas web y aplicaciones.
Precisamente, los dispositivos móviles son unos de los puntos de entrada que mayor crecimiento está experimentando, multiplicándose por cuatro la actividad cada año, gracias a los clientes móviles que, por ejemplo, permiten dictar lo que queremos traducir, leer la traducción o escuchar la pronunciación en el idioma seleccionado. Por otra parte, de estos 200 millones de usuarios que cada mes acceden a Google Translate, el 92% procede de fuera de Estados Unidos, un dato muy interesante que nos puede dar una idea del alcance que tiene Google Translate y su posicionamiento como herramienta de ayuda a nivel mundial con la que llegan a traducir el equivalente a un millón de libros cada día.
Al principio, el sistema era muy lento y se necesitaban 40 horas y 1.000 servidores para traducir 1.000 frases. Nos centramos en la velocidad y al año siguiente nuestro sistema podía traducir una frase en un segundo con mucha más calidad en la traducciónSi bien aún hay algunos detalles que se pierden en las traducciones, el desempeño de Google Translate es bastante bueno y, realmente, se ha notado la evolución y el esfuerzo de Google por mejorar el servicio, algo en lo que Google quiere seguir trabajando hasta llegar a un nivel en el que el usuario pueda consumir contenidos en cualquier idioma sin que se pierda información en la traducción.
Google Translate goza de una posición muy ventajosa y apenas existen alternativas que puedan competir con el servicio, ya sean libres o de otras compañías (a pesar que Google cobre por el uso del API en aplicaciones y servicios de terceros). Microsoft Translator, el traductor de Microsoft que está disponible a través de Bing, ofrece un API que es gratuito hasta un máximo de 2 millones de caracteres por mes (momento a partir del cual comienzan a facturar) y podría ser una alternativa al API de Google Translate, sin embargo, la dependencia de terceros que pueden cambiar las “reglas del juego” sin previo aviso es un riesgo al que se enfrentan los desarrolladores. Al igual que ha ocurrido con Google Maps, quizás sea necesaria una alternativa libre que, gracias a la colaboración, pueda servir como base a los servicios de terceros sin tener que estar sujetos a repentinos cambios en las condiciones de uso (aunque llegar a la calidad y alcance de Google Translate no es algo sencillo).
Fuente:bitelia
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