Cada vez que nos sintamos tentados a pensar que los móviles más recientes del mercado son todo lo que un equipo puede ser, nos sentará bien recordar. Por eso hoy nuestra sección de historia será un paseo por algunos de los primeros móviles que cobraron vida con el impulso de baterías de litio.
Lo primero, ¿por qué usar baterías de litio en los teléfonos móviles? Sencillo: Otorgan más autonomía y son más ligeras que sus predecesoras, las baterías de níquel e hidruro metálico (Ni-MH)
Sin embargo, las de litio parecen ser más vulnerables a altas temperaturas y ello podría explicar por qué se han dado algunas explosiones de teléfonos en pleno proceso de carga.
Otro gran punto a favor es que no tienen el llamado “efecto memoria“, aquel que hacía que las viejas baterías fuesen perdiendo capacidad conforme se le solapaban cargas, aquellas que traían consigo lo que luego quedó como un mito: La primera vez cargar el móvil 8 horas apagado y luego dejarlo descargar completamente una vez por semana para volverlo a cargar varias horas apagado.
En fin, el primero de los teléfonos que vamos a recordar, por su vigencia eterna ganada mediante el cine, es el Nokia 8110, también conocido como “Nokia Banana”, un móvil de tapita a través del cual se comunicó Neo en The Matrix a finales de los 90.
Aunque habían bastantes equipos con esta batería al momento de su lanzamiento, Li-ion de 400 mAh, con autonomía de 2,5 horas en uso y hasta 70 en reposo, es digno de mención por lo que implica… ¡Imagínense todo lo que haría Neo con un Nokia de los de ahora!
Otro de su misma fabricante y un gran predecesor fue el Nokia 6100. En realidad, toda la serie 6100 le dio grandes satisfacciones a la finlandesa por allá por 1997, al introducir nuevos estándares en la duración de las baterías y un detallito que quizás al principio pareció una idea divertida pero no con la trascendencia que acabaría por lograr: el famoso juego de la serpiente que con los años se sigue reafirmando como de culto.
El ’97 también fue un año de lujo para Motorola, quien se lanzó al ruedo con el Startac como uno de sus pioneros en el rubro de las nuevas baterías. El móvil, destinado a convertirse en un clásico por su diseño capaz de doblarse a la mitad. Tenía memoria para 100 contactos, varias opciones de tonos y la capacidad de enviar SMS.
Un móvil que se distinguió por su batería incluso entre los novedosos fue el Ericsson T28, cuya “pila” de Li-Po tenía como base química el litio, al igual que las Li-ion, pero en forma de polímeros cosa que, como toda innovación, trajo consigo una gran controversia. Con todo esto, el teléfono tuvo buena acogida, se vendió muchísimo, pero quedó lejos de cosechar grandes masas de fanáticos resistentes al paso del tiempo, como en los dos casos que hemos mencionado anteriormente.
Siemens, por su parte, le apostó mucho a su S10 en 1998. Era anunciado como el primer móvil con gráficos a full color y su batería de Li-ion duraba 10 horas activo y hasta 120 en reposo. No era bonito y en algunos mercados, como el venezolano, seguro la tuvo difícil al no ser una marca líder, pero participó bien en su época al apegarse a la tendencia de los móviles tipo barra con pretensiones de innovador.
De Francia el mundo recibió el Sagem MC850 para despedir 1997. Un móvil tipo barra con batería Li-Ion con antena externa, sin colores en la pantalla, pero con prestaciones para enviar SMS incluyendo texto predictivo T9. Su batería era capaz de mantenerle vivo 4 horas en conversación y 140 en reposo.
Ciertamente, ha corrido mucha agua bajo el puente y hoy los móviles son completamente distintos a lo que en esa época hubiésemos imaginado. Lo impresionante no es eso sino lo que está por venir: Si en aquellos años no se nos pasaba por la cabeza todo lo que hoy podemos hacer con un smartphone de alta gama, ¿se imaginan la cantidad de cosas que podremos hacer en 15 años más con los equipos que aún no se han inventado?
No obstante la nostalgia y la satisfacción podamos sentir con recuerdos como estos, hay algo que aqueja a los móviles actuales y es, justamente, la duración de sus baterías… Quizás una de las cosas que debamos anhelar para los próximos años es que antes de crecer en prestaciones, los equipos crezcan en autonomía.
Fuente:wayerless
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