Esto es lo que ha declarado el psicólogo Aric Sigman en una conferencia del Real Colegio de Pediatría y Salud Infantil en Glasgow.
Y es que los padres que usan arduamente el móvil estarían conduciendo a sus hijos a una dependencia vitalicia de las pantallas pequeñas, suposición que tiene incluso un asidero cuantitativo: a los siete años de vida, los niños que nacen en un hogar con gadgets, habrían pasado el equivalente a un año entero de sus vidas viendo algún tipo de pantalla pequeña.
De esa manera, los padres que hacen uso intensivo del móvil o la tableta tendrían hijos que habrían vivido tan sólo seis de sus siete años libres de tecnologías móviles.
Pero, ¿se trata sólo de tiempo perdido? No. Es peor.
Según Sigman, los niños que son expuestos a estas dinámicas pueden sufrir modificaciones en sus circuitos cerebrales volviéndose técnicamente dependientes de los dispositivos.
En ese sentido, la advertencia del psicólogo va a que los padres “retomen el control de sus hogares” y se permitan alejar del entorno familiar todos los elementos de distracción que les han conducido a una “paternidad pasiva”.
La verdad es que yo lo he visto muy de cerca: muchas de mis amigas me muestran con orgullo cómo sus bebés de dos o tres años de edad juegan casi instintivamente al Angry Birds, cómo saben dar clic en un portátil cómo reconocen el icono de videollamada de Skype y lo asocian con las personas que habitualmente les hablan por allí.
En lo personal, me permitiré decir que no me simpatiza el hecho de que los niños aprendan a interactuar con equipos touch cuando aún ni siquiera han definido del todo sus capacidades motrices fundamentales como coger y soltar objetos.
¿Qué opinan ustedes?
Link: Addict parents guilty of child “neglect” warns psychologist (Telegraph)
Fuente:wayerless
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