adaptarse a 7000 dispositivos diferentes que acceden a sus servicios a diario.
En el último mes, Facebook ha llevado a Google Play o la App Store a personas casi 150 millones de veces, una cifra nada desdeñable. Y diréis “ya, pero sigue siendo una sola aplicación la de Google Play” y no, no es verdad, porque para Android, una aplicación es como si fueran, en realidad, cuatro aplicaciones distintas divididas por tamaños de pantalla y otras cuantas más, si lo dividimos por la versión de Android que tenga el dispositivo.
Entonces, con esta adopción tan masiva que está teniendo la red social en plataformas móviles, es normal que su enfoque, ahora mismo, sea el de mejorar la experiencia en dicha plataforma. Sólo hay un problema: el ritmo de actualizaciones que puedes tener con una aplicación nativa no es el mismo que puedes tener con una web, donde puedes lanzar actualizaciones cada día, incluso varias veces al día. Ahora mismo, Facebook actualiza sus aplicaciones cada mes o mes y medio, sobre todo en Android, donde tienen que hacer frente a cambios para soportar más teléfonos que salen casi a diario.
¿Cúal es el reto entonces? Ya supimos que para Facebook no tenía ningún sentido hacer un teléfono propio, y apoyo su pensamiento: el esfuerzo sería titánico para la poca diferenciación en el mercado que tendrían. El reto está en integrarse a más no poder en cada una de las plataformas donde está presente, hacer que el compartir en Facebook sea algo que pase naturalmente a cualquier suceso de tu vida a través de su app.
En el último mes, Facebook ha llevado a Google Play o la App Store a personas casi 150 millones de veces, una cifra nada desdeñable. Y diréis “ya, pero sigue siendo una sola aplicación la de Google Play” y no, no es verdad, porque para Android, una aplicación es como si fueran, en realidad, cuatro aplicaciones distintas divididas por tamaños de pantalla y otras cuantas más, si lo dividimos por la versión de Android que tenga el dispositivo.
Entonces, con esta adopción tan masiva que está teniendo la red social en plataformas móviles, es normal que su enfoque, ahora mismo, sea el de mejorar la experiencia en dicha plataforma. Sólo hay un problema: el ritmo de actualizaciones que puedes tener con una aplicación nativa no es el mismo que puedes tener con una web, donde puedes lanzar actualizaciones cada día, incluso varias veces al día. Ahora mismo, Facebook actualiza sus aplicaciones cada mes o mes y medio, sobre todo en Android, donde tienen que hacer frente a cambios para soportar más teléfonos que salen casi a diario.
¿Cúal es el reto entonces? Ya supimos que para Facebook no tenía ningún sentido hacer un teléfono propio, y apoyo su pensamiento: el esfuerzo sería titánico para la poca diferenciación en el mercado que tendrían. El reto está en integrarse a más no poder en cada una de las plataformas donde está presente, hacer que el compartir en Facebook sea algo que pase naturalmente a cualquier suceso de tu vida a través de su app.
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