Por otra parte, las imágenes cerebrales obtenidas en el estudio muestran que existe una región profunda del cerebro, la corteza cingulada anterior, que es incluso más gruesa en los "superancianos" que en cualquier adulto de 50 años. Esta región es importante para la atención. “Quizás los superancianos se distinguen sobre todo por tener una capacidad de atención muy aguda que es la que daría soporte a su extraordinaria memoria”, sugiere Rogalsky.
Los investigadores esperan que al identificar a estos "superancianos" –que planean donar sus cerebros una vez fallezcan para el estudio celular de sus estructuras- se puedan desvelar los secretos para mantener un cerebro joven, y así proteger al resto de la población de los problemas de pérdida de memoria propios del envejecimiento y de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. “En lugar de estudiar lo que va mal en el cerebro, hemos analizado cerebros ancianos pero excepcionalmente sanos”, aclaran los investigadores, que aseguran que en ese sentido su trabajo es “único”.
Otra cuestión que aún no se ha resuelto es si retener el volumen cerebral protege las habilidades de pensamiento, o si mantener las habilidades de pensamiento protege al volumen cerebral. "Quizás aquellos cuyos cerebros están mejor 'construidos para durar' estructuralmente sean los que mejor están construidos para durar desde una perspectiva funcional, o tal vez los que ejercitan el cerebro tengan menos atrofia", ha observado Russell Swerdlow, director del Centro de Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Kansas.
0 comentarios:
Publicar un comentario