Musical Heart funciona gracias a un micrófono que detecta el pulso en las arterias de la oreja (dentro del auricular) y lo transmite a un servidor remoto, que a continuación se ocupa de seleccionar la melodía más adecuada para el ritmo cardíaco del usuario en cada momento. Un algoritmo refina la selección musical almacenando datos sobre el ritmo cardíaco y analizando cómo le afecta la música elegida a un individuo concreto. De este modo, aclara Nirjon, el sistema se “mejora a sí mismo” para aproximarse cada vez más a su objetivo: que la música suene al compás de nuestro corazón.
Música digital que se adapta al ritmo de tu corazón
Un estudiante de la Universidad de Virginia ha desarrollado un sistema bioretroalimentado que permite que los teléfonos inteligentes reproduzcan la música que necesita el corazón de su propietario bien para latir con fuerza mientras hace ejercicio o para frenar el latido cuando el objetivo es relajarse. “Cuando estoy conduciendo, haciendo footing, viajando o descansando no siempre encuentro la música más apropiada, y creo que a muchas personas les sucede lo mismo”, afirma Shahriar Nirjon, estudiante de ingeniería e inventor del nuevo sistema, al que ha bautizado como Musical Heart (Corazón Musical).
Musical Heart funciona gracias a un micrófono que detecta el pulso en las arterias de la oreja (dentro del auricular) y lo transmite a un servidor remoto, que a continuación se ocupa de seleccionar la melodía más adecuada para el ritmo cardíaco del usuario en cada momento. Un algoritmo refina la selección musical almacenando datos sobre el ritmo cardíaco y analizando cómo le afecta la música elegida a un individuo concreto. De este modo, aclara Nirjon, el sistema se “mejora a sí mismo” para aproximarse cada vez más a su objetivo: que la música suene al compás de nuestro corazón.
Musical Heart funciona gracias a un micrófono que detecta el pulso en las arterias de la oreja (dentro del auricular) y lo transmite a un servidor remoto, que a continuación se ocupa de seleccionar la melodía más adecuada para el ritmo cardíaco del usuario en cada momento. Un algoritmo refina la selección musical almacenando datos sobre el ritmo cardíaco y analizando cómo le afecta la música elegida a un individuo concreto. De este modo, aclara Nirjon, el sistema se “mejora a sí mismo” para aproximarse cada vez más a su objetivo: que la música suene al compás de nuestro corazón.
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