Con la modificación de su nueva política de privacidad, Instagram podrá vender las fotos de sus usuarios, incluso las imágenes tomadas por menores de edad, para campañas de marketing y de publicidad así como aprovechar la información de sus cuentas, sin tener que pagar algo a los que tomaron esas fotos.
Esta aplicación admite usuarios desde los 13 años de edad. Por ello, en sus nuevos términos advierte que si el socio es menor de 18 años significa que, al menos, su padre o tutor está de acuerdo con el uso de los contenidos de su cuenta.
A partir del 16 de enero, los nickname, los likes, las fotos y cualquier contenido de los cien millones de usuarios de Instagram quedarán a merced de esta compañía para ser usados en promociones .
Pese a ello, las modificaciones a las normas señalan que los usuarios seguirán siendo dueños de sus fotos y podrán controlar quién puede verlas y si las publican o no en Facebook, algo contradictorio.
Estos y otros cambios se veían venir desde que Facebook compró Instagram, por mil millones de dólares, el 9 de abril del 2012. Por lo pronto, este servicio compartirá los datos de sus usuarios con la red social creada por Mark Zuckerberg y esta, a su vez, los compartirá con sus “afiliados”, es decir, con las empresas anunciantes.
“Facebook ve a los adolescentes como minas de oro”, manifestó Jeffrey Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital, quien agregó que presionarán a la Comisión Federal de Comercio (FTC) para que implante políticas que protejan la privacidad de los menores.
Con información de elpais.com
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