De hecho, será el más asequible de toda la bancada de terminales de RIM —no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que a la semana saldrán mejores terminales—, saldrá con un precio de $49.99 dólares con una cuota de US$10 mensuales con T-Mobile al principio.
Pasando a las características de la nueva BlackBerry Curve, nos encontramos con algo acorde a su precio:
Cámara trasera de 3.2 megapíxeles.
Teclado QWERTY.
Lector de microSD.
BlackBerry OS 7.1.
El problema de todo esto es precisamente el último punto, es donde hay que pararse a mirarlo todo un poco más.
¿Tiene sentido?
Para mi opinión, depende, pero sí. Por varias razones, algunas me parecen de locos para mercados de consumo de última tecnología, pero tienen mucho sentido en mercados emergentes, donde RIM aún tiene una presencia fuerte. Vamos a ver las contraposiciones y por qué tiene sentido:
Primero: la gente está esperando BlackBerry 10, no el arcaico BlackBerry OS 7 que ya debería estar enterrado dentro de la empresa misma, por mucho que fuera su sistema por tantos años. Es como si Microsoft aún quisiera revivir Windows Vista o XP después de presentar Windows 7 o Windows 8, no tiene ningún sentido.
Segundo: con todo el esfuerzo que están poniendo en BlackBerry 10, no tiene sentido gastar más dinero en el desarrollo, distribución venta —dudo que hagan publicidad de este terminal, entonces es para matarlos— de un teléfono con un sistema que ya no tiene sentido. BlackBerry 10 tiene posibilidades de ganar, es novedoso y es bonito. ¿Por qué seguir con otra Curve?
Tercero: BlacBerry ya tiene varios terminales de gama baja que la gente sigue comprando, no es más que ver el caso de la Bold 8520, que aunque tiene su edad, es una de las que más se ve por la calle en España y Latinoamérica. Volvemos al punto anterior. si ya tienes varios terminales de gama baja que la gente aún compra, ¿por qué sacas otro?
Cuarto, el matiz: las razones anteriores que he mencionado son las que veríamos desde un mercado de consumo de tecnología, pero es que RIM tampoco apunta a este mercado con esta nueva BlackBerry Curve, sino que apunta a mercados emergentes que son los que siguen vendiendo BlackBerry 7, por lo que hay que mirarlo bajo otro cristal y darle otro sentido al terminal; RIM es fuerte en los mercados emergentes, de ahí vienen la mitad de sus 70 millones de usuarios de BIS, al menos.
Quinto: Es imposible que ataques los mercados del punto anterior con BlackBerry 10 por una razón: terminales de gama alta, por lo que son caros. Por eso es esta nueva BlackBerry Curve, porque tienen ese aire de terminal nuevo, pero a un precio muy razonable.
Sexto: apps. Si de por si en el AppWorld hay pocas aplicaciones en comparación con el resto de ecosistemas que hay ahora mismo en el mercado, en BlackBerry 7 es donde residen esa mayoría de aplicaciones de consumo, las que los mercados emergentes no quieren perder.
Séptimo y muy importante: es la contraposición al punto 3, la 9315 es la renovación de terminales como la 8520 pero con un detalle importante: tiene 3G. ¿Por qué es importante la inclusión de 3G? Porque si a una empresa le das terminales BlackBerry con 3G y políticas de seguridad fácilmente configurables, fuertes y que ya tienen controladas en su departamento de IT casi seguro, no se lo piensa un segundo. Así mismo, en países donde existen zonas que sólo tienen una de las dos coberturas, es todavía mucho más interesante, países que precisamente son mercados emergentes.
Conclusión: RIM, lo estás haciendo bien con las iniciativas para desarrolladores de BlackBerry 10. Lo hiciste bien con BlackBerry 10 poniéndole cosas novedosas —como el sistema de gestos, cámara, etc.—. Céntrate en esto y no le des más bola a sacar terminales nuevos con BlackBerry OS 7 en el mercado de consumo; que no quiere decir dejar de mantener a los ya existentes. En los mercados emergentes es otra historia muy diferente, es donde se presenta la bifurcación de RIM: entrar en un mercado de terminales de gama alta al mismo tiempo que crea masa de usuarios y flujo de efectivo de cara a BlackBerry 10 con su mercado fuerte, los emergentes. ¿Mala estrategia? Lo dudo.
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