La noticia viene desde una entrevista a Thorsten Heins en The Telegraph, donde el CEO de RIM reconoce algo evidente:
RIM no tiene la economía de escala para competir contra gente que lanza 60 nuevos dispositivos al año. Debemos diferenciarnos y concentrarnos en una plataforma. Para poder lanzar BlackBerry 10 debemos ver si podemos licenciarlo a personas que puedan hacer esto a una porporción de coste mejor del que lo puedo hacer. Hay diferentes opciones que podemos tener en cuenta, estamos investigando.
Entonces, en simple y llano: RIM no puede competir en poder de manufactura con gigantes como Samsung, entonces una de las soluciones para que BlackBerry 10 despegue es licenciarlo a empresas que ya tengan poder de manufactura y centrarse en el software, esto podría traer consigo la venta de la parte de hardware de RIM, es decir, podrían convertirse en una Microsoft en el mundo móvil: dedicarse a hacer un buen software y centrarse solo en ello, luego este lo licencian a empresas con teléfonos ya diseñados.
Heins también dejó claro que el hecho de licenciar BlackBerry 10 no significaría abandonar las suscripciones a los servicios de BlackBerry que le mantendrían ganando algo de dinero con la base de alrededor de 70 millones de usuarios que sostiene actualmente.
Aún no es nada seguro, ya que en RIM tendrán que analizar muchos factores antes de decidirse a ir por este modelo de negocio y vender una división de su empresa, pero desde luego la historia se plantea interesante si desde RIM consiguen un socio para licenciar BlackBerry 10 con un gran poder de producción. Yéndonos a la aventura (y casi locura futurística) ¿se imaginan un teléfono de Samsung con BlackBerry 10?
Desde luego espero que no se conviertan en un Android, sino que mantengan cierto control sobre el sistema con algunos requisitos mínimos de hardware, tal como hace Microsoft con Windows Phone hoy en día.
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