La venta de BlackBerry es inminente. Un último reporte de Bloomberg apunta a que Fairfax Financial está cerca de formalizar la compra de BlackBerry por 4.700 millones de dólares, a 9 dólares por acción. Como ya venía siendo vox populi desde hace semanas, la compra de sus patentes era lo más interesante que podía ofrecer una BlackBerry malherida a un potencial comprador. Se barajaban nombres como los de Lenovo, pero finalmente, salvo sorpresa mayor, será vendida al consorcio canadiense.
Ni siquiera ha sido vendida a otra tecnológicaLos accionistas de BlackBerry recibirían 9 dólares en efectivo por cada acción de acabar formalizándose la operación. Operación que podría llevarse a cabo en un plazo de 6 semanas. Mientras tanto, BlackBerry se guarda la posibilidad de buscar otro comprador. Hay que recordar que Fairfax Financial es una financiera, así que el uso más lógico que haría sería revender las patentes de BlackBerry. Es muy pronto para sacar conclusiones con un movimiento que ni siquiera está formalizado, pero la crisis de BlackBerry está a punto de llegar a su final. La muerte de BlackBerry, una marca histórica. La pasada semana ya anunciaron 4.500 despidos y grandes recortes que presagiaban que ya nada volvería a ser lo que fue.
Los acontecimientos que rodean a la caída de BlackBerry se están sucediendo de forma apresurada. En unas pocas semanas se ha pasado de una aparente normalidad dentro de su mal estado por todos conocido, a realizar varios anuncios que presagiaban lo que ha acabado llegando: BlackBerry está a punto de desaparecer. Con la venta de BlackBerry, difícilmente podrá llevarse a cabo su último y agónico plan de renunciar al mercado de consumo para centrarse en el corporativo. A estas alturas ya nadie piensa en que la situación pueda dar un giro de última hora y BlackBerry inicie su recuperación. La realidad ha acabado estallando apenas nueve meses después del resurgir de BlackBerry con BlackBerry 10. Nos preguntábamos en enero si BlackBerry llegaba demasiado tarde a la nueva generación de plataformas móviles o estaría a tiempo para iniciar su recuperación. Nueve meses después tenemos la cruel respuesta: era tarde. La compañía estaba condenada.
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