El líder estadounidense Barack Obama no se separa de su BlackBerry. Cuando llegó a la Casa Blanca en 2009 luchó por mantener su teléfono y al final acabó convenciendo a la administración de los servicios secretos para quedarse con ella. Pero desde hace algún tiempo se escuchan rumores de que los servicios secretos ya están probando otros teléfonos y su seguridad como los de Apple y Samsung.
En Alemania, el móvil y las comunicaciones de Angela Merkel se hicieron famosas el año pasado cuando salió a la luz que la NSA había espiado las llamadas de la canciller. ‘The Guardian’ asegura que la líder alemana usa dos teléfonos de forma regular: el que supuestamente fue controlado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, un Nokia 6260 Slide; para los asuntos del partido y de Gobierno utiliza una BlackBerry Z10, muy protegida por diversas medidas de seguridad.
En Pakistán los móviles son elementos de prestigio y es habitual ver a los ciudadanos adinerados con por lo menos dos smartphones de gama alta presumiendo allá donde vayan. El tres veces primer ministro del país, Nawaz Sharif, ha sido visto en varias ocasiones con iPhones y telefónos de Samsung. Pero el que realmente utiliza es una BlackBerry, sobre todo para comunicarse con su familia y círculo político más cercano.
Putin no quiere oír hablar de móviles
El presidente ruso en cambio no quiere saber nada de móviles. Vladimir Putin prefiere estar desconectado de los teléfonos y no tener que estar pendiente de si suena o deja de sonar. En alguna ocasión ha dicho que tiene muchos dispositivos pero que no tiene tiempo para usarlos.
Este diario cuenta que esta aversión de Putin podría estar relacionada con problemas de seguridad que sufrió en sus tiempos con la KGB.
En cambio, el líder francés, François Hollande no se desprende de su iPhone 5, aunque se supone que solo es de uso personal. Las medidas de seguridad se incrementaron de forma brutal tras las escuchas que el año pasado denunció el estadounidense Edward Snowden.
‘The Guardian’ destaca que el expresidente del país, Nicolas Sarkozy, para evitar el control de sus llamadas y mensajes se compró un móvil a nombre de Paul Bismuto, hombre que amenaza con emprender acciones legales porque le han robado su identidad.
Los servicios de seguridad franceses recomiendan a los altos cargos proteger sus teléfonos con contraseñas largas, cambiándolas cada seis meses y nunca utilizarlo para transmitir información confidencial.
En Corea del Norte, solo los privilegiados tienen teléfonos inteligentes
La dictadura que Kim Yong Un mantiene en Corea del Norte no permite a sus ciudadanos ni siquiera acceder a Internet. Sus teléfonos solo pueden hacer llamadas y enviar mensajes dentro del país.
Aunque no se sabe con certeza, una fotografía al líder norcoreano en 2013 indicaba que poseía un móvil de la empresa taiwanea HTC. Los medios de Corea del Sur cuentan que probablemente utiliza su móvil para llamar a los miembros de su familia y a los funcionarios de alto nivel en el Partido de los Trabajadores de Corea.
El país comercializa los teléfonos como marca propia, pero todos están hechos en China y rebautizados con las marcas locales, según Martyn Williams , que dirige el blog de tecnología de Corea del Norte.
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