El 5,5% de los jóvenes que no usan Internet o las redes sociales de forma habitual, según datos del INE, podrían correr el riesgo de quedar "excluidos" en un marco en el que gran parte de las dimensiones de la vida de las personas de entre 16 y 24 años se desarrolla total o parcialmente a través de la red. Así lo afirma un estudio presentado este miércoles por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, impulsado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
"Les afectan en los ámbitos que más les interesan, las relaciones, con la ampliación de su ámbito de relaciones, en el ocio, la formación, la información y el trabajo. Todos estos ámbitos están atravesados por las nuevas tecnologías", ha explicado el director de la FAD, Ignacio Calderón.
En este sentido, el estudio 'Jovenes y comunicación: La impronta de lo virtual' recoge los datos del último Eurobarómetro, que indica que dos de cada tres jóvenes (el 66%) de entre 16 y 24 años utiliza las redes sociales todos los días (o casi todos) y que otro 19% accede semanalmente una o varias veces. En el otro extremo, un 9% de este colectivo afirma no utilizar "nunca" estas plataformas, pese a que el porcentaje de quienes dicen no tener acceso a ellas es del 1%.
El director técnico del Centro Reina Sofía, Eusebio Megía, ha señalado que "el chico o chica que no usa redes sociales está fuera de un grupo que se autogestiona, se organiza y que se autodefine a través de las redes sociales".
En esta línea, el trabajo, que profundiza en el modo en que las TIC afectan al modo de relación y las normas de comunicación entre las generaciones más jóvenes, señala que el empoderamiento que suponen las herramientas de Internet "facilitan nuevos procesos de integración, pero también nuevos ámbitos de exclusión".
De hecho, ante la necesidad de una "actualización constante" y de una permanente "alfabetización digital" de los conocimientos para hacer uso de estas herramientas (por la dinámica de mejora y la aparición de nuevos instrumentos y plataformas con gran velocidad), Megía ha advertido de la posibilidad de que quienes "se queden fuera" sean "los grupos sociales menos favorecidos".
La "fantasía" del nativo digital
El director técnico de la asociación ha tachado de "fantasía" el concepto de "nativo digital" que trae incorporados los conocimientos de cómo usar las tecnologías y ha señalado que para hacer uso de las redes sociales y de las herramientas de comunicación "es necesario un aprendizaje bastante complejo de unas reglas que no se construyen desde fuera sino desde dentro y que están en constante cambio".
Por eso, ha incidido en que, ante la dificultad de determinados colectivos para acceder a los recursos técnicos y los conocimientos para realizar este aprendizaje, "los grupos menos favorecidos van a sentirse en riesgo de exclusión claro". "La exclusión en este ámbito no va a depender de la generación a la que se pertenece sino del acceso a los recursos de alfabetización", ha vaticinado.
En esta línea, Megía ha recordado que la generación que llega, y que ahora tiene catorce años, "llega a una sociedad que lleva tiempo estudiando" sobre el lenguaje digital y, por lo tanto, "no son una generación de analfabetos digitales". Sin embargo, ha destacado también que mientras aprenden a "hablar el idioma" a veces "meten la pata". De hecho, ha criticado que algunos programas incidan "demasiado" en los riesgos que supone el uso de Internet porque "se deslegitiman a sí mismos", aunque ha reconocido que su labor es necesaria. Conocen los riesgos
Conocen los riesgos
De acuerdo con el estudio llevado a cabo por la entidad, los jóvenes conocen bien los principales riesgos que supone el uso de Internet, entre los que ha destacado la pérdida de una parte de la intimidad, la proyección de una imagen falseada en la identidad 'online' o la excesiva dependencia de las TIC (hasta el punto de la adicción) para llevar a cabo facetas fundamentales como relacionarse con otras personas.
De hecho, el documento destaca que el porcentaje de jóvenes que creen que las redes, fundamentalmente, contribuyen a mejorar y abrir nuevos ámbitos para relacionarse es similar al de los que advierten ante todo el peligro de aislamiento en el mundo 'online' en detrimento del 'offline'.
Además, indica que, pese a lo que habitualmente temen otras generaciones, acerca del abandono de otras actividades como el trabajo, las relaciones afectivas, el deporte o el estudio, las actividades que más ven reducido el tiempo de dedicación debido al uso de la red son principalmente "ver la tele" (47,2%), "estar sin hacer nada" (45,7%), "buscar información en bibliotecas" (27%), leer (25,1%) y dormir (18,8%).
Dos caras de la misma moneda
Además, ellos no perciben la diferencia entre su identidad 'online' y 'offline' y, pese a que admiten que la imagen que dan de sí en la red es parcial, lo comparan con la imagen que uno da de sí mismo al caminar por la calle, según han explicado los impulsores del estudio.
Por ello, no les resulta "admisible" mentir en su identidad virtual del mismo modo que no lo harían a la cara, y, aunque admiten que la comunicación en la red se asemeja a "un juego" con menor trascendencia que la comunicación personal, en el que no importa perder parte de la intimidad, conocen que hay una "línea" que no se debe traspasar.
En este sentido, el director de la FAD ha insistido en la necesidad de acompañar la alfabetización digital y el desarrollo de las capacidades en la red con una educación de lo humano. De lo contrario, se corre el peligro de que "las herramientas no estén al servicio de las personas sino al contrario", ha asegurado. Además, ha incidido en la necesidad de que tanto desde el ámbito de los colegios, como las familias (que a menudo disponen de recursos tecnológicos más avanzados que las escuelas), y desde la sociedad y las instituciones se asuma la responsabilidad de contribuir a formar a la nueva generación.
Fuente: http://www.20minutos.es/
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