© Justin Sullivan/Getty Images/AFP
Miles de usuarios fueron parte de un estudio usando mensajes negativos y positivos a la espera de su reacción.
Existe un dicho en internet que, con muchas variaciones, es más o menos así: “Si usas un producto gratuito y no pagas un céntimo por ello, entonces tú eres el producto”. Esto es lo que han aprendido miles de usuarios de Facebook, o no.
Facebook publicó los resultados de un estudio realizado a 689.003 usuarios de la red social donde manipularon sus emociones mediante suNews Feed. El estudio se ha realizado por un ingeniero del equipo de estudios de datos de Facebook y dos investigadores de las universidades de Cornell y la Universidad de California en San Francisco durante una semana en 2012.
En este estudio lo que Facebook realizó fue una prueba ante miles de personas en el que pretendía determinar si mostrando información positiva o negativa en su muro de actualizaciones, su comportamiento cambiaría según lo que esta persona leyera.
Demostramos, a través de un experimento masivo (N = 689.003) en Facebook, que los estados emocionales pueden ser transferidos a otros a través del contagio emocional, lo que lleva a la gente a experimentar mismas emociones sin su conocimiento.Durante esta semana se comprobó como dos grupos con mensajes positivos y negativos podían ser manipulados, comprobando que no es necesario que alguien diga verbalmente un mensaje positivo o negativo.
Proveemos evidencia experimental de que el contagio emocional se produce sin la interacción directa entre personas (exposición a un amigo expresando una emoción es suficiente), y en la ausencia total de las señales no verbales.Estos son los hechos, Facebook ha dado permiso para manipular a miles de personas sin su consentimiento, provocando un estado emocional a personas cuyo estado emocional no fue previamente investigado. Facebook está aprendiendo como es capaz de manipularnos, algo que no debería escandalizarnos en sí, si no las formas de hacerlo.
Facebook se escuda en que el uso de los datos de sus política de uso les da consentimiento para hacer esta clase de experimentos. Lo cual ya nos dice como nadie se lee estos contratos, pero lo poco que a la mayoría de las personas les importa el uso que se haga de estos datos, hasta que se usan en tu contra. Pero el contrato de Facebook que aceptas una vez te das de alta en el servicio indica que toman el control de tus datos para “el análisis, pruebas e investigaciones de datos”.
Manipulación de sentimientos para vender publicidad
Facebook hace dinero gracias a la publicidad en sus aplicaciones y sitio web. Esto es algo lógico que hacen millones de otras páginas, pero la gran diferencia con el 99,9% del resto de internet y de Facebook es que no se poseen tantos datos personales como lo hacen en Facebook.
El peligro de la manipulación de tus sentimientos mediante una red social es que esto podría ser usado en nuestra contra. Y digo nuestra porque nunca sabremos como ataca Facebook a los usuarios para tener publicidad más adecuada.
Imagina por un momento que un anunciante de pastillas contra la ansiedad es capaz de pagar a Facebook para que un rango de usuarios se les muestre un tipo de información que les podría llevar al consumo de un fármaco que se anuncia. Es pura maldad de persuasión en bits.
¡Facebook me está manipulando! ¡Qué vergüenza! Sí, es una vergüenza que Facebook nos manipule, pero nunca olvidemos que somos nosotros los que les hemos dado permiso para ellos. Es muy simple: Si usas un servicio donde se te dice que tus datos serán usados, eres responsable de dar esos datos y de que se usen en ti.
Tampoco podemos olvidar que Facebook en parte vive de la publicidad y el fin de esa publicidad es el de manipular tu estado emocional.
Un anuncio de detergentes, de perfumes o de un automóvil intentará manipular tus sentimientos para que creas que no puedes estar sin ese producto o servicio. No existe gran diferencia entre lo que ha hecho Facebook o lo que se hace continuamente por televisión.
Tampoco podemos olvidarnos del valor de este estudio científico. Se ha comprobado que la manipulación de personas es posible simplemente exponiéndolas a noticias positivas o negativas. Es cierto que esto podría usarse para manipulación en términos políticos, sociales o culturales.
Las personas llevamos miles de años manipulando las emociones de los demás. Es más sencillo de lo que se piensa el manipular la emoción de una persona simplemente con mensajes indirectos. La publicidad lo lleva haciendo décadas y estas empresas, se llamen Facebook, Twitter, Google, Yahoo, Microsoft o como sea, dependen de tus emociones para que tú sigas creyendo en ellas y sigas siendo un usuario fiel que paga, visita o da datos para que se siga creando una relación de necesidad mutua.
Si estás registrado en Facebook y lo usas, aquí tienes los términos de servicio. Revisa con detenimiento lo que pueden hacer con tus datos y después, decide si quieres o no seguir usándolo.
Pero si cualquier persona tiene una web, mide las analíticas de sus visitantes y hace cambios basándose en estos resultados, ya ha estado haciendo un experimento psicológico, como dice Marc Andreessen.
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